En diciembre de 2021, cuatro de cada diez pagos con tarjetas nacionales y extranjeras eran sin contacto.

Este 40% contrasta con el menos del 10% registrado a finales de 2019, antes de la pandemia, cuando la tecnología sin contacto era poco utilizada en las operaciones de los terminales de pago. "En abril de 2020, justo al inicio de la pandemia, la tecnología sin contacto comenzó a utilizarse en cerca del 20% de las compras, manteniendo una tendencia creciente de uso desde entonces", describe el Banco de Portugal (BdP), apuntando a una mayor "familiarización con esta tecnología" y a una progresiva "mayor disponibilidad".

Esta evolución de los pagos sin contacto va de la mano del aumento significativo de la preferencia por los pagos con tarjeta, en persona o en línea, que superó el nivel prepandémico al registrar un crecimiento del 8% (otros 4.100 millones de euros) en el último año.

"Las marcas más evidentes del cambio en los hábitos de pago de los portugueses son la elección de instrumentos de pago electrónicos, en detrimento de los de papel, una mayor preferencia por las compras presenciales y online con tarjeta y el mayor uso de la tecnología contactless", detalla el Banco de Portugal.