La mayoría de las novelas picarescas incorporan características definitorias: sátira, comedia, sarcasmo, crítica social ácida, narración en primera persona con una facilidad autobiográfica de contar; un protagonista outsider en una búsqueda episódica y a menudo desalentadora de renovación o justicia.

Los papeles de Pickwick (Charles Dickens), Huckleberry Finn (Mark Twain), Confesiones de Félix Krull (Thomas Mann) y Almas muertas (Nikolay Gogol) son ejemplos clásicos del género.

También lo es la epopeya de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, que parodiaba los libros populares de caballería entonces en boga.

Tras ser desechada como una novela picaresca más de su época, los estudiosos y los lectores llegaron a la conclusión de que el libro era mucho más que eso... que sondeaba los caprichos de la realidad y la ilusión. Mientras que el visionario hombre de la Mancha veía gigantes que había que derribar y una encantadora damisela en apuros, su leal compañero, Sancho Panza, era más pragmático: los gigantes eran simplemente molinos de viento y el objeto del afecto de Quijote era simplemente una campesina robusta y sin brillo.

A pesar del sentido común de Sancho Panza y de su actitud de no hacer concesiones en sus viajes y en la vida con su amo, nos encontramos apoyando a Don Quijote y sus sueños imposibles.

Tal vez sea la naturaleza humana -de las personas civilizadas, al menos- animar al desvalido... pero rara vez la víctima alcanza realmente proporciones heroicas.

A veces, sin embargo, sucede.

En una historia bíblica, el diminuto David mata a un Goliat aparentemente invencible, salvando a los israelitas de los filisteos, que huyen del campo de batalla.

En otros medios de comunicación, la siempre sufrida niña buena Jane the Virgin se burló en su momento de las sucias telenovelas españolas tan queridas por muchos latinos e hispanos... mientras sus historias de desdicha evolucionaban hacia la telenovela por excelencia. Nos caía bien, la queríamos y llorábamos cuando creíamos que vivía feliz para siempre cuando la serie concluía tras 100 episodios.

Gracias a su diario, la vida subrepticia (y la muerte) de la querida, dulce e inocente Ana Frank la convirtió en una heroína para millones y millones de escolares a lo largo de los años.

En un mundo dominado por los sistemas, las burocracias y los actores beligerantes con la política para los ricos, tenemos hambre y sed de simples héroes mortales... como es el caso ahora del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y de todo su pueblo que defiende incondicionalmente su patria contra un déspota que pretende aniquilarlos.

Aunque resulte irónico, antes de convertirse en presidente de su país, el judío Volodymyr Zelensky había sido un comediante que protagonizó una serie de televisión en la que representaba al presidente de Ucrania.

Servant of the People, la serie satírica que lanzó la carrera política de Zelensky, sigue a un profesor (Zelensky) que se convierte inesperadamente en presidente después de que un discurso contra la corrupción se haga viral en las redes sociales. La serie duró tres temporadas y terminó cuando Zelensky decidió presentarse a la presidencia de Ucrania en 2019 bajo la bandera de un nuevo partido político... también llamado Siervo del Pueblo.

Se le conoce como presidente, actor, showman, voz de 'Paddington' y pianista malo, pero amigos cercanos al líder ucraniano dicen que el luchador que vemos hoy es el verdadero.

A pesar de la demolición, el Secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, declaró a Wolf Blitzer, de CNN, que habrá una Ucrania independiente "mucho más tiempo del que va a haber un Vladimir Putin", mientras el líder ruso continúa con su invasión no provocada del país: "De una forma u otra, Ucrania estará ahí y, en algún momento, Putin no".

Los comentarios de Blinken se produjeron mientras nuevas imágenes de satélite mostraban la destrucción generalizada en toda Ucrania.

Independientemente de que Volodymyr Zelensky sea finalmente nombrado "Persona del Año" de Time, es mi héroe aquí y ahora.

Espero que también te inspire a ti.

Bruce Joffe es editor y director creativo de Portugal Living Magazine.