Durante mucho tiempo se creyó que no se podía colocar a un bebé sobre el estómago hasta que la herida umbilical estuviera cerrada. La pediatría moderna ha revisado su enfoque del desarrollo infantil. Los neonatólogos aconsejan a los padres empezar a colocar al bebé boca abajo desde el primer día de vida. La mayoría de los bebés toleran muy bien esta posición, que no daña el ombligo.

A algunos niños no les gusta estar en esta posición, por lo que los padres tienen que acostumbrar a sus bebés. Esto debe hacerse porque la posición boca abajo es muy útil para el recién nacido. Tendrás que superar las preocupaciones del niño, sus estados de ánimo, e incluso las lágrimas, y no podrás retirarte en ningún caso. Ayuda a tu bebé a crecer fuerte, ágil y sano.

¿Por qué hay que poner al bebé boca abajo?

Un bebé de un mes que está acostumbrado a estar boca abajo, el mundo que le rodea parece más amplio e interesante. El ejercicio también tiene un impacto positivo en la condición física del niño. Anotemos todos los puntos útiles:

  • Tumbado boca abajo, el niño entrena los músculos del cuello para aprender a sujetar la cabeza más rápido y con más facilidad. También se ejercitan otros músculos del cuerpo, y se fortalecen la cintura escapular, los brazos y los abdominales. Al acostumbrarse a apoyarse en los brazos, el recién nacido se prepara para gatear

  • Al estar tumbado boca abajo, el bebé aumenta el ángulo de visión, ve sus manos, se fija en los juguetes y desarrolla el reflejo de agarre. Al mismo tiempo, se estimulan las habilidades mentales del bebé

  • Los huesos del cráneo de un bebé lunar son blandos y por estar mucho tiempo tumbado boca arriba pueden aplanarse. Para evitar que la cabeza de tu bebé se aplane, debes acostarlo boca abajo más a menudo

  • Fortalecer los músculos del cuello ayuda a evitar que el recién nacido esté torcido. Después de poner a tu bebé boca abajo, acércate a él desde distintos lados para que intente volver hacia ti

  • Al estar boca abajo, el bebé masajea el abdomen y entrena los músculos abdominales, mejorando así el metabolismo. Los gases se eliminan más fácilmente y se reduce el riesgo de cólicos. Se previene la formación de una hernia umbilical

Reglas del ejercicio infantil

No se puede simplemente coger y girar al bebé boca abajo, es necesario observar varias condiciones. Como la posición es nueva para un bebé vulnerable, la mamá debe hacer todo correctamente y con cuidado. Sigue estas reglas:

  • Coloca al bebé sobre una superficie dura y plana. Utiliza para ello una mesa normal o un cambiador. Puedes cubrir el suelo con una sábana o manta y acostar al bebé sobre ella, lo principal es que no haya corrientes de aire y que el suelo esté caliente. Un soporte rígido ayudará al bebé en el desarrollo de sus habilidades motoras

  • Antes de poner al bebé boca abajo, no le des ningún alimento. Esta posición puede provocar regurgitaciones, y después de comer, los bebés quieren dormir, no hacer ejercicio. Por ejemplo, sabes que en 30 minutos es hora de que tu bebé coma fórmula para bebésentonces este periodo es el momento óptimo para ponerlo boca abajo

  • Asegúrate de estar cerca de tu recién nacido. No permitas que el bebé meta la nariz en la manta o la almohada, retíralas. Vigila su posición, no lo dejes desatendido ni un minuto - esto es especialmente importante a los 2-3 meses de edad, cuando el niño se da la vuelta activamente

  • Los pediatras recomiendan colocar al bebé desnudo sobre su barriga. Comprueba cuántos grados hay en la habitación donde está tu bebé, para no coger un resfriado

Dado que la postura implica el ejercicio de los músculos, nunca coloques a tu bebé después de comer o antes de acostarse. El ejercicio se realiza sólo cuando el bebé está despierto.

¿Cómo enseño a mi bebé a ponerse boca abajo?

Si a tu pequeño tesoro no le gusta estar boca abajo, es travieso y se resiste, intenta acostumbrarlo. Recuerda que esta posición es necesaria para que el niño se desarrolle correctamente. Ten paciencia, actúa con coherencia, entendiendo lo que quieres conseguir. Inténtalo de esta manera:

  1. Pon a tu bebé fuera durante un tiempo muy corto, no más de 10 segundos. Lo principal es que durante este tiempo no se estropee el estado de ánimo del bebé y se sienta cómodo.

  2. Haz los primeros ejercicios sobre tu vientre: es familiar para el bebé y la posición no le hará sentirse inseguro.

  3. Aumenta gradualmente el tiempo que pasas tumbada sobre tu vientre, pero asegúrate de observar cuándo el bebé empieza a preocuparse y te hace saber que está cansado de estar tumbado así.

  4. Convierte el ejercicio en un ritual diario y obligatorio. Hazlo a una hora determinada para que tu bebé esté preparado para ello.

  5. Complementa el hecho de estar tumbada sobre el vientre con procedimientos agradables: masajes y caricias. La atención de tu bebé cambiará y aceptará la nueva posición con buen criterio.

  6. Dirige la habituación sin coacciones. No insistas si tu bebé es travieso: simplemente prueba cada día y un poco, quizá pronto le guste.

  7. Elige el momento adecuado para las clases. Un bebé aletargado, hambriento o somnoliento es poco probable que disfrute haciendo algo que le molesta.

  8. Para reducir el malestar, ocupe la atención de su hijo con estimulantes auditivos y visuales. Los juguetes brillantes y los chirriadores son adecuados para ello.

  9. Cambia la textura y el color de la superficie donde estará el bebé. Un poco de truco ayudará a distraer al bebé y a mejorar sus habilidades táctiles.

Poco a poco, a tu bebé le encantará la actividad de estar boca abajo. Si mamá y papá se esfuerzan, muy pronto el bebé les complacerá con sus éxitos.

La posición "tumbado boca abajo" aporta el máximo beneficio

Si todos tus esfuerzos no dan resultados positivos, el bebé sigue resistiéndose y no quiere tumbarse boca abajo, ofrécele otras opciones.

Los ejercicios regulares con tu hijo te llevarán al éxito, sobre todo porque a cierta edad a los propios niños les empieza a gustar no sólo tumbarse, sino también dormir boca abajo. Una posición que antes no le gustaba se convierte en la más cómoda y confortable.

En los primeros días y semanas después del nacimiento, el bebé se mueve muy poco. Las principales posturas son tumbarse de espaldas o de lado, con las piernas apretadas contra el vientre. Las madres jóvenes tienen mucho miedo de causar lesiones al bebé. Para evitar que esto ocurra, es importante seguir las recomendaciones de los médicos.

Los pediatras recomiendan que los padres realicen "juegos sobre la barriga" de 2 a 3 veces al día durante 3 a 5 minutos cada vez. En la primera infancia, tumbarse boca abajo puede durar sólo unos minutos hasta que el niño se canse.

Cuando el niño muestre interés por jugar boca abajo, aumenta el tiempo y la frecuencia de los ejercicios. A partir de los 3 ó 4 meses, prueba a tumbarle sobre la barriga durante unos 20 minutos al día. Si tu bebé está contento y alerta, deja que se quede boca abajo todo el tiempo que le guste, de 40 a 60 minutos al día.

Estar sobre la barriga de tu bebé es una actividad muy importante, intenta pasar el tiempo con buen ánimo. Haz que estos minutos sean alegres y luminosos para tu recién nacido, intenta que se sienta cómodo, distráelo y entretenlo. Cuanto más se acueste tu bebé sobre su barriga, más rápido aprenderá a controlar su cuerpo y empezará a sorprenderse con nuevos éxitos.