Al mismo tiempo, son (somos) la generación más abierta, consciente de la cultura y el medio ambiente, impulsada por el propósito y conectada de la historia. Al alcanzar la mayoría de edad, muchos de estos nativos digitales con un alto nivel de formación, que son conocidos por su alto nivel de exigencia -la otra cara de la moneda del derecho-, están ocupando puestos de responsabilidad e incluso de dirección, lo que les lleva más allá de la mera independencia económica y a la riqueza de una renta disponible relativamente alta.

Si se combinan estos factores, se obtiene un grupo demográfico cada vez más numeroso de personas con altos ingresos y con expectativas igualmente elevadas sobre dónde y cómo quieren vivir, y que están entrando en sus mejores años para gastar.

Perohélas,la valoración de las experiencias por encima de la propiedad ha convertido a los millennials en gastadores en lugar de ahorradores, y el precio de esa bonita vivienda que desean, combinado con el elevado porcentaje actual de patrimonio neto necesario para poder optar a una hipoteca bancaria, sigue impidiéndoles acceder a la propiedad, como hicieron sus padres hace décadas. Así que alquilan, y gastan, por ahora.

Curiosamente, sus padres, antaño idealistas y reacios a la propiedad -con sus fotos de juventud hippie y de pelo largo para demostrarlo- han acabado poseyendo la mayor cantidad de riqueza de la historia del mundo. Más de 10 veces el patrimonio medio actual de sus hijos.

Una parte importante de la misma pasará a manos de los Millennials de aquí a 2040 y, dado el menor número de herederos por familia que ha habido nunca, se concentrará como nunca antes. Un fenómeno que Forbes describió como La Gran Transferencia de Riqueza. Se espera que estos "ahorros instantáneos" conviertan a los Millennials en compradores alfa de propiedades y otros elementos de conservación de la riqueza, como el asesoramiento en materia de inversiones. Es inevitable un cambio de comportamiento como el que experimentaron sus padres.

Con una diferencia clave, especialmente desde el inicio de la pandemia, muchos de ellos pueden trabajar desde cualquier lugar, por lo que, a diferencia de sus mayores, no necesitan llegar a la edad de jubilación para trasladarse a donde quieran.

En Portugal ya estamos viendo este cambio de perfil y, como ejemplo, por cada jubilado británico que se muda al Algarve, hay un Millennial trabajador británico que busca el atractivo estilo de vida de Portugal con el bullicio, la comodidad y la facilidad de movimiento que sólo una gran ciudad como Lisboa puede ofrecerles.

Inquilinos o compradores, locales, nómadas o entrantes, los Millennials que buscan propiedades traen el cambio. Exigen calidad, valor, ética, comodidad, sostenibilidad y nuevas formas de vivir sus hogares y barrios. Los nuevos proyectos residenciales, diseñados de forma holística para nuevos destinos urbanos, en terrenos de primera calidad como el Upper Riverfront de Lisboa en Marvila -donde se encuentra el galardonado Prata Riverside Village y otros proyectos futuros- tienen que prever estas expectativas de los futuros compradores y ofrecer una visión cohesiva de futuro, maravillosamente ejecutada.

Los millennials están aquí. Bienvenidos.

Marcos Drummond
Director de Ventas de VIC Properties