40 días es mucho tiempo para dejar algo o mantener un nuevo hábito saludable, así que si has conseguido pasar la Cuaresma, es todo un logro.

Tanto si se trata de alcohol, cafeína, azúcar, chocolate, patatas fritas, tabaco o cualquier otro hábito del que se haya abstenido, habrá notado que se siente mucho mejor después de haberlo hecho. A pesar de su trasfondo religioso, la Cuaresma suele ser utilizada por personas de todos los credos o sin ellos como una oportunidad para hacer un cambio, y si estás disfrutando de las recompensas que eso supone para tu vida, es posible que quieras continuar.

Sin embargo, un cambio duradero puede ser difícil de mantener, así que ¿cómo puedes hacerlo más fácil? Aquí tienes tres maneras de ayudarte a mantener tus cambios inspirados en la Cuaresma...

1. Considera el cambio como una oportunidad, no como una restricción

La autora de bestsellers Michaela Weaver, alias The Alcohol Coach, lleva casi una década ayudando a la gente a dejar su dependencia de la bebida. "Los periodos como la Cuaresma nos recuerdan que debemos analizar nuestro estilo de vida y hacernos preguntas sobre lo que tenemos que cambiar", dice Weaver. "Es la reflexión interior la que nos impulsa a pensar en los beneficios del cambio, y luego a empezar".

Y conectar con los "beneficios del cambio" es clave. Al fin y al cabo, si ves el cambio que has hecho como un obstáculo para la felicidad, nunca te sentirás del todo bien.

En el caso de Weaver, dejar el alcohol tras darse cuenta de que tenía una relación tóxica con él, le abrió una gran cantidad de nuevas oportunidades: "Cuando nos sentimos capacitados para elegir, podemos crecer hacia los cambios que buscamos, al alejarnos de los hábitos anteriores y avanzar hacia el futuro que queremos para nosotros mismos", afirma.

Un cambio de estilo de vida no debe hacerte sentir que no puedes hacer lo que quieres, o te estarás perdiendo el disfrute. ¿Cuáles son las recompensas positivas? ¿Significa que puede hacer más y disfrutar más al no hacer algo que no le parece saludable? Puede que estés renunciando a algo, pero el foco debe estar en el poder que estás ganando.

2. No tengas miedo al fracaso: todo el mundo tiene un desliz

En épocas como la Cuaresma, puede haber mucha presión para ser 100% "perfecto" al dejar algo, o eliminar algo por completo de la noche a la mañana. Pero para que sea sostenible a largo plazo, es necesario un enfoque más moderado; de lo contrario, los antojos pueden desbaratarle por completo, o puede abandonar si siente que ha "fracasado".

Flo Seabright, fundadora de Fit by Flo, afirma: "La Cuaresma es un buen momento para crear una nueva serie de hábitos y empezar a mejorarlos. Personalmente, adoptaría el enfoque de no suprimir algo totalmente: nos centramos en mostrarnos, aunque sea con una acción imperfecta y constante".

Asegurarse de que el entorno favorece el cambio ayudará: "Si quieres beber más agua, ten siempre una botella de agua en tu mesa. Si quieres reducir el consumo de snacks menos nutritivos, asegúrate de que no están en casa", dice Seabright. La motivación, en su opinión, disminuirá, pero no pasa nada, ya que somos humanos.

3. Celebra tu determinación

Los antojos son una parte natural del abandono de algo que se ha disfrutado durante mucho tiempo. Ya sea el alcohol, el chocolate o la carne, renunciar a algo inevitablemente provocará antojos de esa cosa que echas de menos.

Pero cuanto más perseveres, más fácil te resultará, y deberías celebrar tu éxito encontrando nuevas formas de recompensarte por tus triunfos.

La conferenciante, terapeuta y autora de bestsellers Marisa Peer (marisapeer.com) dice: "Tus papilas gustativas se reconfiguran cada 10 días. Se necesitan 30 días para crear un hábito, pero cuando mantenemos algo, deja de ser un hábito y se convierte en lo que eres".

Y cree que todo empieza con la mentalidad: "Todo hábito de acción está dirigido por un hábito de pensamiento. Cuando cambias tu forma de pensar, cambias tus acciones".

La gente suele ser reacia a celebrar sus propias victorias, pero Peer afirma que es una parte importante del proceso: "Los elogios aumentan la autoestima, tenemos que elogiarnos a nosotros mismos por lo que hacemos", dice, "tenemos que tomarnos un minuto para estar realmente orgullosos de nosotros mismos. Cuando terminas algo, te sientes increíble: céntrate en los logros y las victorias y harás más cosas buenas".