Tras conocer que la Autoridad Fiscal está estudiando cómo se gravan los criptoactivos en otros países, a petición del Secretario de Estado de Asuntos Fiscales, Diogo Mónica, fundador de Anchorage Digital ha criticado la "narrativa" de que Portugal está perdiendo ingresos fiscales en este frente.

"La narrativa de que Portugal está perdiendo ingresos potenciales por no gravar el cripto es miope e ignora el evidente valor económico creado por los emprendedores y las empresas que se han trasladado aquí. Así que, sí, encontraremos un régimen fiscal claro y estable para los activos digitales en Portugal, pero recuerda: el 45% de los impuestos sobre 0 euros es 0 euros", defiende Diogo Mónica en una entrevista con ECO.

El 5 de mayo, ECO informó de que el Gobierno ha pedido a las autoridades fiscales una "evaluación" de la forma en que otros países gravan las criptodivisas. El objetivo es proponer un nuevo marco fiscal, dado que Portugal es uno de los pocos países que todavía no grava los beneficios obtenidos, por ejemplo, por la venta de bitcoins. Esto se debe a que el actual Código de Hacienda no prevé este fenómeno, que comenzó a extenderse en 2017 y se aceleró a finales de 2020, con la pandemia.

Un golpe de suerte

"En un golpe de suerte, Portugal creó una de las mejores campañas de marketing en torno a la atracción de emprendedores tecnológicos a nuestro país", dijo Diogo Mónica, fundador de Anchorage, una startup que, a finales de 2021, habrá alcanzado el estatus de "unicornio", es decir, una valoración superior a los mil millones de dólares.

"No te equivoques: aunque no haya impuestos, la situación fiscal no es la principal razón por la que la gente viene o se queda. De hecho, Portugal no necesita ofrecer un incentivo especial "sin criptoimpuestos" para seguir siendo atractivo para los emprendedores. En cambio, necesitamos claridad, estabilidad y competitividad", concluye el empresario, en una nota enviada a ECO.

¿Primer paso?

La Autoridad Fiscal y Aduanera está evaluando cómo gravan otros países las ganancias obtenidas por la venta de criptoactivos. Este trabajo es el resultado de una petición del Gobierno y tiene como objetivo proponer un marco fiscal para estos nuevos instrumentos, lo que puede representar el primer paso para empezar a gravar los criptoactivos, acabando con el estatus de "paraíso fiscal" con el que se describe a Portugal con frecuencia en la prensa internacional.