"En el ámbito de la ciberdelincuencia, se observó una trayectoria de amenaza creciente, concretamente cuando está motivada por la creciente profesionalización de la ciberdelincuencia transnacional altamente organizada y comprometida con actividades extorsivas o de fraude digital", dice el comunicado.

El documento también destaca "el empeoramiento efectivo de las operaciones de ciberdelincuencia internacional contra el tejido digital portugués, con consecuencias de creciente visibilidad pública y con un potencial disruptivo para las dinámicas sociales o económicas, concretamente en el contexto de las operaciones de ransomware" (software dañino utilizado para bloquear los datos de ordenadores y servidores mediante el uso de algún tipo de cifrado).

Ciberespionaje

En cuanto al ciberespionaje contra objetivos portugueses, el informe indica que ha habido "continuidad en la ocurrencia de ciberataques que pretendían comprometer objetivos públicos y privados, así como entidades con relevancia estratégica".

Según la RASI, se trata de una "amenaza persistente con posibilidad de desarrollo en términos de sofisticación, volumen y consecuencias disruptivas de estas acciones".