Otro acusado fue condenado a cinco años de prisión con suspensión de la pena.

El tribunal acusó a los dos, ambos residentes en Braga, de los delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales y fraude informático cualificado.

Otros 11 acusados fueron condenados por blanqueo de capitales con penas de prisión suspendidas en su ejecución.

Según el tribunal, los dos principales acusados y una tercera persona no identificada, se agruparon con otras personas supuestamente residentes en Brasil, con el fin de obtener fraudulentamente datos bancarios de usuarios de las plataformas de home banking de Banif y Montepío y retirar el dinero que pudieran de las cuentas a las que accedían con dichos datos.

Para ello, en 2013 y 2014, los presuntos brasileños enviaron correos electrónicos a un gran número de clientes de entidades bancarias, como si fueran correos electrónicos de los propios bancos.

Estos correos electrónicos contenían enlaces que, una vez activados, instalaban un software malicioso en el ordenador del cliente, que comenzaba a registrar y transmitir los datos necesarios para acceder a la cuenta bancaria.

En esta fase, a través del mismo software, y simulando la presentación gráfica del portal bancario, también se presentaba al usuario una ventana solicitando la actualización de datos, petición que, de ser satisfecha por el usuario engañado, conducía al suministro de otros datos necesarios para la transacción de fondos.

Obtenidos de esta forma fraudulenta, los datos permitían mover las cuentas como si fueran sus titulares, los presuntos brasileños contactaron con los dos principales acusados, que se encargaron de "facilitar personas que estuvieran dispuestas, a cambio de una compensación económica, a ser titulares de cuentas - en esas dos entidades bancarias, a las que luego se retiraban las cantidades monetarias de dinero".

En algunos casos, los acusados reclutaron a comerciantes, con un terminal de cajero automático, que estaban dispuestos, a cambio de una contraprestación económica, a poner dicho terminal para realizar pagos con tarjetas de débito desde las llamadas "cuentas mula cuentas", devolviendo el importe pagado en efectivo.

Quince imputados fueron acusados de esta actuación, algunos como titulares de "cuentas mula", otros por haber realizado su aportación como comerciantes.