En Twitter, la cuenta oficial del Servicio Nacional de Salud dio a conocer una recomendación de la Dirección General de Sanidad para evitar ahogamientos durante la temporada de baño. "Después de comer, espere de dos a tres horas antes de entrar en el agua", se lee en la publicación.

Según la doctora Sofia Baptista, corresponsal médica de CNN Portugal, esta recomendación no se basa en pruebas científicas.

"Este es uno de los rarísimos casos en que las madres se equivocan", ironiza la doctora. "La creencia arraigada durante generaciones de que no se debe nadar después de comer, y de que hay que esperar unas tres horas, es un mito, es decir, no se apoya en pruebas científicas".

Sofía Baptista menciona, sin embargo, que, "como todos los mitos", éste "se basa en una cierta racionalidad", con algunas "reservas a tener en cuenta".

En conclusión, la corresponsal médica afirma que "si se trata de la natación por recreo, no hay ningún problema". Sin embargo, "si vamos a hacer natación o ejercicio vigoroso, si vamos a meternos en agua fría o si tenemos una comida muy pesada, entonces sería mejor esperar un tiempo, digamos una hora, porque hay más riesgo de molestias, incluso de calambres musculares".