Se trata de la cifra más alta de los siete primeros meses del año desde que el Observatorio de Ahogamientos de FEPONS comenzó a recoger estadísticas en 2017, según la federación.

Según un comunicado, 35 muertes se produjeron en el mar y 31 en ríos, con ocho muertes en pozos, seis en presas y tres en piscinas domésticas.

El 12 de julio, el Observatorio de Ahogamientos dio a conocer el informe correspondiente al primer semestre del año, revelando que las víctimas son mayoritariamente hombres (72,1%) y los fallecimientos se producen en lugares no vigilados (97,15%).

"En un momento en el que hay una enorme dificultad para contratar socorristas, y en un momento en el que las temperaturas van a subir, estas conclusiones preocupan a FEPONS, que pide a los políticos una revisión urgente de la legislación en este sector".

El 19 de julio, la AMN y la Dirección General de Salud (DGS) se unieron para concienciar a la población portuguesa sobre los cuidados que se deben tener en las playas con la campaña "Juntos por un verano más seguro".