El archipiélago de Madeira es una de las regiones autónomas portuguesas. En 2020 contaba con más de 250.000 habitantes, lo que la convierte en la sexta región más poblada del país. Comprende 54 parroquias, repartidas en 11 municipios, siendo la capital Funchal.

Conocida por sus espectáculos de Año Nuevo, o incluso por ser la cuna de estrellas como Cristiano Ronaldo, la isla de Madeira fue descubierta en 1419, durante la época de los Descubrimientos, por Tristão Vaz Teixeira, Bartolomeu Perestrelo y João Gonçalves Zarco. La isla recibió el apodo de Madeira (madera), precisamente por la abundancia de material en todo su territorio.

Actualmente, la isla es una de las atracciones turísticas más populares de Portugal. Según datos de la Dirección Regional de Estadística de Madeira, hasta junio de 2022 se registraron más de 948.000 pernoctaciones en alojamientos turísticos de la Región Autónoma, de las cuales más de 137.000 corresponden a turistas extranjeros.

El clima en Madeira suele ser constante, manteniendo siempre temperaturas suaves, entre 22 y 15 grados centígrados. Hay microclimas en toda la isla y es llamada por algunos la "Isla de las Cuatro Estaciones", precisamente porque durante el día se puede sentir todo lo que, en el continente, sólo sentimos en determinadas épocas del año.

Madeira acabó creciendo gracias al turismo, con sus fiestas, reconocidas en todo el mundo, como las celebraciones de Año Nuevo, o incluso los desfiles de Carnaval. La región puede atraer a cualquiera por sus eventos, pero sobre todo por su cultura y su riqueza natural.

Poncha

La poncha es la bebida alcohólica tradicional del archipiélago de Madeira. Poco se sabe de su origen, pero se sabe que durante el siglo XIX la bebida era muy consumida por las familias madeirenses, de todas las clases sociales. Algunos estudios sugieren que la Poncha surgió de una forma de conservar el limón durante los Descubrimientos, para ser consumido y evitar el escorbuto, debido a la falta de vitamina C. Así, el limón se conservaría en aguardiente y azúcar de caña de Madeira. Lo cierto es que hoy en día la Poncha sigue basándose en estos tres ingredientes.

Más tarde, la bebida fue consumida por los pescadores, para calentar el cuerpo antes de ir al mar, hoy en día la bebida puede no calentar a los pescadores, pero sin duda ayudará a curar los resfriados y los dolores de garganta.

En la actualidad, existen varios sabores de Poncha, concretamente de frutas tropicales y otras variedades de cítricos, para complacer todos los gustos y proporcionar la mejor experiencia posible.


Mercado de los Lavadores

Inaugurado el 25 de noviembre de 1940, el Mercado dos Lavradores, situado en el centro de Funchal, merece sin duda una visita. Además del ajetreo habitual de cualquier mercado, el ambiente es sin duda lo mejor de la visita.

Lleno de frutas tropicales, procedentes precisamente de la isla de Madeira, el mercado estará siempre lleno de color. En algunos puestos, los vendedores invitan a los que pasan a probar algunas de las frutas, desde las más diversas especies de fruta de la pasión hasta el famoso plátano de Madeira. La estrategia nunca falla, sobre todo porque la explosión de sabores, de frutas que sólo se encuentran en la región, sin duda hará que todos quieran llevarse a casa un pedacito de la isla que ya se ha apoderado de su corazón.


Cestos do Monte

Una dosis de adrenalina es algo que mucha gente busca, por lo que Madeira permite a los visitantes hacer un viaje en los Carros de Cesto do Monte. Los Carros de Cesto aparecieron en el siglo XIX para transportar a la gente de Monte a Funchal con mayor rapidez. Con el paso del tiempo, este medio de transporte no tardó en convertirse en una de las atracciones turísticas más solicitadas de Madeira.


Los carros no tienen ruedas y para deslizarse mejor son engrasados con sebo y conducidos por Carreiros do Monte. Todos estos hombres están identificados con un número, que dicta el orden de conducción de los carros. Si el último viaje del día lo hace el número 43, al día siguiente es el 44 quien inicia el viaje. La enseñanza de la conducción de los coches cesta se transmite de Carreiro a Carreiro. Cuando un Carreiro do Monte quiere retirarse, tiene la misión de enseñar a uno más joven a conducir los carros cesta, para después asignarle su número.

Dependiendo de las condiciones meteorológicas, los coches pueden alcanzar entre 15 y 38 kilómetros por hora, mientras recorren las calles más pintorescas de la región.

Las casitas de Santana

Estas casas son una de las imágenes más conocidas de Madeira, visibles en varios imanes y postales.

Las casas triangulares hacen referencia a la época de los Descubrimientos. Están hechas de paja y madera, por razones económicas, pero también para ayudar a drenar el agua de la lluvia y equilibrar la temperatura dentro de la casa.

Las viviendas sólo contenían un desván, para almacenar los productos agrícolas, y una planta con la zona residencial, con una cocina y un dormitorio. Hoy ya no son habitables, pero se pueden visitar, en una experiencia en la que se pueden ver reconstrucciones del interior de las casas, para entender cómo era la vida en la época de su construcción.

La isla de Madeira es, sin duda, un lugar que debe ser visitado por todos los que se interesan por la naturaleza y quieren pasar un período de descanso en un lugar sin igual.


Author

Deeply in love with music and with a guilty pleasure in criminal cases, Bruno G. Santos decided to study Journalism and Communication, hoping to combine both passions into writing. The journalist is also a passionate traveller who likes to write about other cultures and discover the various hidden gems from Portugal and the world. Press card: 8463. 

Bruno G. Santos