Aparte de que el Estado no puede estar seguro del importe exacto de los beneficios extraordinarios, apoyaría en consecuencia a las empresas con pérdidas extraordinarias, lo que también es un concepto complejo, dijo el político.

Según João Cotrim Figueiredo, en tiempos difíciles, hay que "tener mucho cuidado de no tener precedentes", así como de no causar problemas, que luego tendrían una resolución más complicada.