Para entonces, el concepto tradicional de hippies fumando hierba y señoras mayores sirviendo té y pasteles aderezados con cannabis ha dado paso a la promoción mundial de productos "medicinales" legalizados de naturaleza totalmente diferente. Lo que uno pensaba que era el "cannabis" extraído de las plantas tiene poca similitud con los artículos envasados que ahora se venden en línea y en los dispensarios. Éstos se fabrican poniendo la marihuana pulverizada en retortas por las que pasan mezclas de butano, etanol, propano y dióxido de carbono para obtener una sustancia de cera que puede llegar a tener un 75% de THC. A continuación, la cera puede seguir procesándose en hornos de vacío para producir un aceite concentrado con un 95% de THC conocido como "dabs".

Recientes investigaciones exhaustivas realizadas en Finlandia y Dinamarca han aportado pruebas de que la fabricación y distribución en la UE de "cannabis medicinal" ha experimentado un enorme auge debido a su promoción por parte de las industrias que controlan los negocios de adicción del alcohol, los productos farmacéuticos y el tabaco. Para ellos, el manto de poder ofrecer productos basados en la marihuana como medicamentos limpios y autorizados ha sido un regalo del cielo, con beneficios potencialmente más altos que los obtenidos con la comercialización de las drogas antiguas. La gama de productos disponibles en Internet y en algunas farmacias es colosal, y abarca desde vaporizadores y porros hasta tés, zumos, aperitivos y chocolate, todo lo cual puede comprarse mediante "recomendaciones" que no son recetas, sino una forma de tarjeta de descuento para fomentar la repetición de los pedidos y la consiguiente dependencia por parte de un público que está convencido de que los dolores y las molestias pueden aliviarse con un consumo seguro.

Sin embargo, los estudios realizados en los últimos cinco años sobre el uso generalizado de los "dabs" muestran que el riesgo de conversión de la psicosis de ansiedad en trastornos como el espectro de la esquizofrenia y la bipolaridad (también llamada depresión maníaca) es exponencial al nivel de THC en la "medicina" y puede conducir a un comportamiento altamente irracional. locura y suicidio.

El experimento social portugués de despenalizar la posesión personal de sustancias alucinatorias ha tenido un éxito limitado en el 21s pero ni el SNS ni el poder judicial están preparados para la inminente entrada de esta nueva y muy potente forma de cannabis.

Las actuales propuestas del Grupo Eurox y de Cann10-Portugal de cultivar las plantas y procesar la marihuana en fábricas que se establecerán en los distritos de Castelo Branco, Vila de Rei y Grandola y de importar productos similares de Israel pronto se harán realidad, tras lo cual Portugal podría convertirse en la puerta de entrada a Europa para la distribución de la hierba de la Nueva Era y la consiguiente apertura de clínicas de rehabilitación.

por correo electrónico, Roberto Cavaleiro, Tomar