El vuelo fue promovido por la agencia espacial portuguesa Portugal Space, en el marco de la iniciativa "Zero-G Portugal - Astronauta por un día", que pretende estimular el interés de los jóvenes por el espacio.

El avión, un Airbus A310, propiedad de la empresa francesa Novespace, que operó el vuelo sobre la costa portuguesa, en una zona reservada del espacio aéreo, realizó maniobras de ascenso y caída libre (parábolas) que permitieron simular la ausencia de gravedad en su interior durante breves ciclos, en los que los pasajeros se sintieron tan ligeros que pudieron dar volteretas en el aire.

Los vuelos parabólicos son prácticamente el único medio en la Tierra capaz de reproducir el efecto de la ausencia de gravedad o microgravedad, que sólo existe en el espacio y que sólo sienten los astronautas.

Los jóvenes, estudiantes de entre 14 y 18 años, fueron seleccionados tras unas pruebas clasificatorias y tras el aterrizaje recibirán un diploma de participación.

El vuelo también permitió a los pasajeros sentir el efecto de la gravedad en Marte y la Luna, pero también la hiperactividad en la que las personas se sienten más pesadas hasta el punto de no poder ni siquiera levantar un brazo cuando están tumbadas en el suelo.

Decenas de familiares de los jóvenes vieron el despegue y el aterrizaje del airbus A310 en un hangar de la base aérea cercano a la pista.