El estudio se realizó para el Salão do Imobiliário e do Turismo de Portugal en París, que llevó a la capital francesa a empresas inmobiliarias portuguesas, bufetes de abogados internacionales y regiones portuguesas que quieren mostrar lo que pueden ofrecer a los franceses que quieren venir a Portugal.

Necesidad de abrirse

En un momento en el que los precios inmobiliarios se disparan en Portugal y en el que las familias portuguesas tienen cada vez más dificultades para adquirir una vivienda, el secretario de Estado de Internacionalización, Bernardo Ivo Cruz, defiende que la economía portuguesa debe seguir abierta a la inversión extranjera que genera riqueza para el país.

"El sector inmobiliario está sufriendo, como todo lo demás, el impacto de la situación completamente anormal que estamos viviendo. [...] No podemos cerrarnos y necesitamos integrarnos en una economía abierta, europea y atlántica. Atraemos personas e inversiones a Portugal que, a su vez, crean puestos de trabajo que benefician a los portugueses, con empresas que pagan impuestos", declaró el ministro.

Bernardo Ivo Cruz declaró también que tanto el Gobierno como los ayuntamientos están movilizados para resolver el problema de la vivienda en Portugal, con "un gran programa de inversiones en el sector inmobiliario y de la construcción".

Nuevo perfil de los inversores extranjeros

Para el Secretario de Estado, el perfil de las personas que se trasladan a Portugal también está cambiando, contribuyendo al desarrollo del país.

"Queremos atraer a Portugal una buena inversión, una inversión estructurante que cree puestos de trabajo y los franceses que van a Portugal pertenecen ahora a una nueva generación, son franceses más jóvenes, con hijos, que se instalan [en el país] para trabajar, generar riqueza y formar sus familias", explicó.

En un estudio realizado con unos 1.000 franceses, cerca del 20% respondió que podría vivir efectivamente en Portugal si tuviera un trabajo que le permitiera trabajar a distancia.

En cuanto a las razones, el "bon vivre", o calidad de vida, es lo que más atrae a los franceses, así como el coste de la vida, el clima, el precio de las viviendas y la seguridad.

En un clima de incertidumbre con la subida generalizada de los precios y la guerra en Europa, estas características parecen resultar aún más atractivas para los franceses.

La inversión de los emigrantes, especialmente de la comunidad portuguesa instalada en Francia, también sigue siendo una de las prioridades de Portugal.

"Siempre es un buen momento para que los emigrantes inviertan en Portugal. He tenido muchas conversaciones y muchas reuniones con nuestra comunidad repartida por todo el mundo y hay un gran deseo por parte de todos de invertir. Desde las grandes inversiones hasta las pequeñas inversiones en los pueblos de los que se fue la gente y todas son muy importantes", concluyó Bernardo Ivo Cruz.