"Es fundamental que los partidos de la oposición, las instituciones de la sociedad civil y los medios de comunicación contribuyan para que el Primer Ministro y el Gobierno salgan de la situación de inmovilismo y encuentren un camino que permita a Portugal volver, en un plazo de 10 años, a la 15ª posición en términos de desarrollo entre los 27 países de la Unión Europea en la que se encontraba en 2002, después de haber caído en los últimos años al 21º lugar", dijo Cavaco Silva, en un artículo de opinión en el diario Público.

El ex jefe de Estado recordó que, en abril, había estimado que "al final de los seis meses de vida del Gobierno de mayoría absoluta del PS, puede haber ya datos objetivos que permitan evaluar su valor político para hacer las reformas decisivas para situar la economía portuguesa en una senda de crecimiento sostenible superior a la de nuestros competidores en la Unión Europea".

"Esto es indispensable para que Portugal deje de ser un país de salarios mínimos, con una clase media empobrecida, pensiones de jubilación que no permiten una vida digna y servicios públicos de salud y educación de baja calidad", subrayó.

Cavaco Silva destacó que el Gobierno "ha sido abundantemente calificado en los medios de comunicación como un conjunto desarticulado y desorientado de ministros desgastados, sin rumbo, sin ambición y voluntad reformista, un gobierno a la deriva que navega por la vista".

Tras seis meses de gobierno de mayoría absoluta de António Costa, el ex presidente de la República también citó al economista Ricardo Reis, cuando dijo que el ejecutivo "a pesar de todas las promesas, todavía no ha anunciado una verdadera reforma que tenga como objetivo sacudir la economía".

"La situación es aún más preocupante cuando existen estudios sobre las reformas que deberían hacerse para poner al país en la senda del crecimiento económico y de la mejora del nivel de vida de los portugueses, promovidos por instituciones creíbles como la Fundación Calouste Gulbenkian, la Fundación Francisco Manuel dos Santos y Sedes", advirtió Cavaco Silva.

Para el ex presidente, "es de interés colectivo que se produzca urgentemente un cambio de actitud del Gobierno del PS, ya que se prevé que permanezca en el cargo hasta 2026".

En relación con el Primer Ministro, el socialdemócrata defendió que a António Costa le corresponde "dirigir la política general del ejecutivo y coordinar, orientar y estimular la acción de los ministros para alcanzar los objetivos definidos y garantizar la coherencia de las políticas".

Sin embargo, Cavaco Silva continúa en el artículo que "hoy se teme que el comportamiento políticamente reprobable de algunos miembros del Gobierno, que, junto con el caos en el funcionamiento del Servicio Nacional de Salud, ha marcado la vida del ejecutivo, pueda limitar la acción del primer ministro y del Consejo de Ministros y acentuar su tendencia a la apatía".

"Por un lado, la gravedad de la afrenta política del ministro de Infraestructuras [Pedro Nuno Santos] al primer ministro sobre la cuestión del nuevo aeropuerto de Lisboa. Cualquiera que haya ocupado ese cargo sabe que el primer ministro no podía dejar de destituir al ministro. Al no hacerlo, demostró una falta de fuerza política, cuya razón aún se desconoce, poniendo en duda su autoridad y, al mismo tiempo, socavando la credibilidad del Consejo de Ministros y el respeto a la colegialidad que debería caracterizarlo. El ministro, por su parte, salió inequívocamente reforzado como candidato a suceder al primer ministro como líder del PS", analizó el ex jefe de Estado.

Cavaco Silva también denunció un "segundo comportamiento políticamente reprobable" que tuvo como protagonista al ministro de Agricultura.

"Ante las críticas de la Confederación de Agricultores Portugueses (CAP) sobre la falta de apoyo público ante la extrema sequía que afectaba al país, declaró públicamente: 'Es mejor preguntar por qué, durante la campaña electoral, la CAP aconsejó a los electores que no votaran al PS'", dijo Cavaco Silva.

"La respuesta de la ministra a las críticas de la CAP es, por lo tanto, particularmente grave y peligrosa por lo que puede revelar de arbitrariedad y abuso de poder por parte del Gobierno y, en consecuencia, negativa para la definición y aplicación de una estrategia reformista indispensable para el crecimiento económico y el aumento de la productividad", añadió el ex primer ministro y presidente de la República.

Cavaco Silva hizo un llamamiento a los partidos de la oposición, "para que presenten propuestas en consonancia con ese objetivo y para que examinen intensamente al Gobierno, denunciando los errores, las omisiones, las mentiras y la práctica del PS de vetar la convocatoria de los ministros a las comisiones parlamentarias".

Pero también a las instituciones de la sociedad civil, "mediante la evidencia de las consecuencias para el futuro del país de la ausencia de una política ambiciosa de reformas estructurales y la persuasión al Gobierno para que cambie de rumbo" y a los medios de comunicación, "mediante el escrutinio de la acción del Gobierno más allá de la respiración cotidiana, en un marco de verdad e independencia del poder político que debe caracterizarlo".