Según la BBC, el gas, suministrado a través de un gasoducto, forma parte de un acuerdo entre los países para aliviar el déficit energético después de que Rusia cerrara los grifos a Europa. Aunque el nuevo flujo representa menos del 2% de las necesidades diarias de Alemania, es bienvenido en la lucha de Berlín por diversificar su energía.