"Son los mercenarios de los visados", dijo a Lusa Rosa Teixeira Ribeiro, secretaria general del STCDE - Sindicato de Trabajadores Consulares y Misiones Diplomáticas en el Extranjero, que ha visto con aprensión el crecimiento de la externalización de los servicios del Estado portugués.

Lo que está en cuestión es la opción del Gobierno portugués de externalizar las solicitudes de visado a proveedores de servicios externos, que está prevista en el Código de Visados de la Unión Europea, así como sus condiciones contractuales.

La información oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores (MNE) afirma que el uso de estas empresas certificadas tiene como objetivo garantizar "un servicio más cercano a los solicitantes de visados".

Estas empresas aceptan, a cambio de una tasa de servicio, las solicitudes de tratamiento para obtener un visado nacional para Portugal, cuya decisión corresponde siempre al Estado portugués, a través de las embajadas.

Actualmente, la información proporcionada por el sitio web del MNE (Portal Diplomático) indica que Portugal ha contratado estos servicios en 21 países, lo que se traduce en una cobertura territorial de 77 ciudades.

Lusa comprobó que en 18 de estos 21 países, la empresa que gestiona estas solicitudes de visado es VFS Global, que opera en 144 países a través de 3.395 centroscon 66 clientes gubernamentales.

Las otras empresas que prestan este servicio a Portugal son TLS (en dos países) y BLS (presente en un país).

Contactada por Lusa, una fuente de la oficina de comunicación de VFS dijo que la empresa trabaja con el Gobierno portugués desde noviembre de 2008, ocupándose de "asuntos administrativos relacionados con las solicitudes de visados, pasaportes y servicios consulares".

Los funcionarios consulares tienen la tarea de evaluar y decidir sobre las solicitudes, preparadas por VFS, con un coste que puede variar entre 22 y 40 euros para el solicitante, según la información de la empresa.

En la página web de VFS Global, la empresa indica que, desde 2001, ha tramitado 248.402.862 solicitudes en los distintos países en los que opera.

Acceso a los documentos

Uno de los motivos que lleva a la STCDE a criticar este uso de las empresas está relacionado con el contenido de los documentos a los que tienen acceso.

"Es preocupante cuando una información tan confidencial se pone en manos de personas que no tienen nada que ver con Portugal, además del hecho de que, a pesar de no decidir sobre las solicitudes, la forma en que manejan los procesos puede ser decisiva para la aprobación o el plomo de la solicitud", dijo Rosa Teixeira Ribeiro.

A Lusa, la EMN portuguesa le indicó que "el seguimiento es realizado por cada uno de los Estados miembros [de la UE] y está sujeto al control y supervisión de la Comisión Europea".

"Su servicio se establece siempre a través de la firma de contratos, salvaguardando la protección de los datos de los solicitantes, de acuerdo con el Código de Visados de la UE" y la legislación "relativa a la protección de las personas físicas, en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de los mismos".

En cuanto al pago, el MNE señala que se cobran las tasas establecidas en la legislación vigente, que aprueba el Cuadro de Tasas Consulares, así como las tasas por servicios administrativos contractuales.

La regulación de las tasas de servicio establece que "la tasa de servicio debe ser proporcional a los costes soportados por el prestador de servicios externo en la realización de las tareas, no pudiendo superar la mitad de las tasas fijadas".

Para Rosa Teixeira Ribeiro, "Portugal debe tener los medios para garantizar la continuidad de la Administración [Pública] en el extranjero" y "esta Administración tiene un componente que es el de los visados".

Y por eso defiende una mayor inversión en recursos humanos y menos en empresas externas, cuestionando: "¿Dieciocho en 21? Esto es un auténtico monopolio".