"Nosotros, en este momento, aquí en Madeira, queremos mantener los visados de oro para los residentes de renta alta porque va muy bien", dijo Miguel Albuquerque (PSD), preguntado por los periodistas después de que el primer ministro, António Costa, anunciara la posibilidad de poner fin a la medida.

Miguel Albuquerque dijo que la situación del país "no es uniforme", por lo que la posibilidad de acabar con los visados de oro "depende de las circunstancias".

"Si hablamos de Lisboa o de Oporto, donde efectivamente hay, en este momento, parece, un agotamiento de la capacidad de oferta inmobiliaria, es una cosa, cuando hablamos del interior del país es otra cosa y cuando hablamos de las regiones es otra circunstancia", sostuvo.

El jefe del Ejecutivo insular defendió que "sólo hay que ver las parroquias y municipios del sur de Madeira, donde la atracción de inversiones extranjeras de alto rendimiento a través de visados dorados ha sido muy beneficiosa a efectos de empleabilidad y de las economías locales".