La actual situación económica ha agravado los problemas financieros relacionados con el acceso a los tratamientos de infertilidad, obligando a muchas personas a renunciar al sueño de tener un hijo, advierte la Associação Portuguesa de Fertilidade.

"La cuestión se vuelve dramática" cuando se trata de mujeres que ya han superado el límite de edad para acceder a los tratamientos en el Servicio Nacional de Salud, 40 o 42 años, según las técnicas, dijo la directora ejecutiva de APFertilidade, Joana Freire.

Joana Freire recordó que la pandemia ya había tenido un efecto igualmente negativo en la vida de estas personas, que ahora se ha agravado debido a la crisis económica.

"No todo el mundo puede contar con el apoyo financiero de la familia o de los amigos o pedir préstamos para intentar hacer realidad su sueño de tener hijos. Los tratamientos privados pueden alcanzar varios miles de euros y estas mujeres y hombres tienen que afrontar el final de un camino que iniciaron, muchas veces, hace varios años", subrayó el funcionario.

"Su objetivo principal es tener hijos biológicos y no se les debe lanzar la respuesta de 'siempre se puede adoptar'. No les corresponde asumir esta responsabilidad social, sino ser madre y padre biológicos si lo desean", defendió Joana Freire.

Para quienes la adopción no es una opción, no poder pagar los tratamientos en el sector privado "es el final de un camino".

"Extremadamente difícil"

"Afrontar una vida sin hijos es extremadamente difícil, doloroso, y afecta tanto a una mujer en un proyecto monoparental como a una pareja", dijo la funcionaria, lamentando que "no se reconozca un derecho" a estas personas y se les pida que "encuentren su propia solución a la ausencia de la familia que soñaban".

La Asociación Portuguesa de Fertilidad recibe algunas solicitudes de ayuda económica, pero al ser una organización sin ánimo de lucro, que desarrolla sus actividades con el valor de las cuotas de los socios, no tiene capacidad para prestar este apoyo.

"En estos casos, tratamos de averiguar si las personas tienen apoyo de la familia y los amigos para hacer frente a esta incapacidad de llevar a cabo su proyecto de paternidad y sugerimos que reciban apoyo psicológico, esencial tanto a nivel individual como de pareja, cuando sea el caso", dijo Joana Freire.

La infertilidad afecta a entre el 15% y el 20% de las parejas en todo el mundo, y a unas 300.000 en Portugal.