El 94% de los portugueses considera que los aumentos de precios que más repercutirán en su vida son los relacionados con la alimentación, mientras que los relativos a la energía, el transporte y la vivienda sólo aparecen en los últimos puestos de la lista. Casi la totalidad (92%) de los encuestados revela que el aumento de precios tendrá repercusiones en sus hábitos alimentarios. Una mayor planificación de las comidas, la compra de menos productos y menos visitas a restaurantes son algunas de las consecuencias enumeradas, revela el estudio "Barómetro FOOD 2022", realizado en el marco del Programa FOOD, del grupo Edenred, con el apoyo de la Unión Europea.

Según un informe de ECO, cerca del 20% de los encuestados señala que el aumento de los precios se reflejará en una menor calidad nutricional de sus comidas. Y las repercusiones sentidas serían aún más pronunciadas si no recibieran un subsidio alimentario a través de una tarjeta de comidas.

"La mayoría revela que si dejaran de recibir los vales sociales, perderían poder adquisitivo, lo que tendría efectos en el nivel de viajes a restaurantes y en la calidad nutricional de sus comidas", afirma Edenred.