En este abanico pueden incluirse, por ejemplo, quienes invierten en activos virtuales o quienes descifran algoritmos en una plataforma digital que se corresponderán con criptoactivos, informa Público.

Hasta ahora, los empresarios con ingresos procedentes de los criptoactivos utilizaban códigos de actividad empresarial relacionados, por ejemplo, con la gestión de fondos, las actividades de tratamiento de datos, la domiciliación de información y actividades conexas, otras actividades de intermediación monetaria u otras actividades auxiliares de los servicios financieros.