El balance 2018-2022, destaca que los portugueses "consiguieron evitar la catástrofe" y "se alcanzó el objetivo principal tras la catástrofe de 2017", en la que los incendios causaron más de 100 muertos.

AGIF informa que, en cinco años, se han registrado cero víctimas civiles directas en incendios, como resultado del trabajo realizado "en estrecha colaboración con la población", que permitió garantizar "la alerta oportuna en caso de peligro, asegurar la rutina de evacuación a tiempo, mantener limpias las vías de circulación, involucrar a los propietarios en la limpieza de la vegetación alrededor de sus viviendas y asegurar que se conozcan las medidas de autoprotección en caso de incendio".

AGIF también menciona que comparando los periodos 2007-2017 y 2018-2022, el número total de incendios se redujo a la mitad y se observó una "tendencia a la reducción del número medio de incendios en los días de mayor peligro".

El organismo, cuya misión es llevar a cabo la planificación, coordinación estratégica y evaluación del Sistema Integrado de Gestión de Incendios Rurales(SGIFR), también señala que, a partir de 2017, "se produjo un descenso significativo en el número de incendios debidos al uso del fuego en los meses de verano, siendo las causas accidentales las que menos disminuyeron...".

Según el informe, los incendios provocados fueron la principal causa en los meses de verano.

El balance 2018-2022 también informa de la "reducción del número de incendios de más de 500 hectáreas", destacando que los incendios de mayor magnitud se han reducido desde 2017, cuando se produjeron una media de 19 incendios de más de 1000 hectáreas, mientras que en los últimos años han sido, de media, ocho.