Muchos de los conceptos en los que se basa la "arquitectura verde" no son nuevos: son muy antiguos, como los de la civilización antigua. Antes de que existieran la calefacción, la ventilación, los sistemas de aire acondicionado o incluso las ventanas de cristal, las viviendas se construían para que fluyera el aire de forma natural, aprovechar al máximo la luz del día y utilizar formas naturales de calefacción y refrigeración.


La "arquitectura verde" es un enfoque de la construcción nueva o la remodelación de la antigua que tiene en cuenta el medio ambiente y puede ayudar a reducir la presión sobre nuestro entorno. No se trata necesariamente de cómo se construyen las casas, sino de lo que ponemos en ellas y cómo funcionan para minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente y crear un hogar que funcione de forma más inteligente y eficiente, aprovechando al máximo los recursos naturales y sostenibles. El cambio climático, la creciente conciencia de la disminución de los recursos y el deseo de vivir de forma más sostenible han puesto en primer plano la preocupación por el medio ambiente.


Pero hay que - ¿se llevan las manos a la cabeza los que van a construirse una casa? ¿Quién puede permitirse elegir todos esos materiales de construcción ecológicos, y permitirse paneles solares fotovoltaicos, o ventanas de triple acristalamiento, de fibra de vidrio, que reflejan la luz? ¿O la calefacción geotérmica?

No todo el mundo, pero podemos aportar nuestro granito de arena. ¿Y el calentamiento de agua a demanda? Tal vez, cuando llegue el momento de sustituir la vieja caldera del cobertizo. Calientan el agua inmediatamente, de modo que no se desperdicia agua mientras se espera a que se caliente la ducha y no hay que calentar un gran depósito de agua para que esté disponible cuando se necesite. Podemos cambiar las ventanas o aislar las zonas que lo necesiten cuando llegue el momento. Mientras tanto, aísle las puertas y ventanas de las corrientes de aire y aísle el tejado.

No se trata de una solución única, y apuesto a que la mayoría de nosotros hacemos lo que podemos para ayudar al medio ambiente. Puede que no estemos en condiciones de construir desde cero o de remodelar lo viejo, pero podemos procurar comprar bombillas ecológicas, rollos de papel reciclado para el váter, hacer compost cuando sea posible y reducir, reutilizar y reciclar: los ayuntamientos portugueses se han esforzado por poner contenedores de reciclaje en todas partes, así que no hay excusa para no hacerlo. Incluso la ropa puede fabricarse con materiales reciclados o sostenibles, y los fabricantes se enorgullecen de indicarlo en sus etiquetas, así que compruébelo cuando vaya de compras.


Créditos: envato elements; Autor: ABBPhoto;


Ideas ecológicas y asequibles para decorar


La decoración también es una oportunidad para pensar en verde. Busque etiquetas y certificaciones clave que indiquen que un producto es respetuoso con el medio ambiente o que se produce de forma sostenible: contribuirá a aumentar los esfuerzos de conservación al evitar la extinción de ciertas plantas importantes para el ecosistema.

Equipa tu casa comprando productos de segunda mano y recurriendo a la recuperación arquitectónica, que no sólo recicla materiales, sino que también contribuye a la compra local. Elige pinturas con bajo o nulo contenido en compuestos orgánicos volátiles. En cuanto al suelo, elige materiales sostenibles como el bambú, el corcho o incluso el linóleo -que siempre pensé que era plástico, pero está hecho de aceite de linaza solidificado, resina de pino, polvo de corcho, serrín y cargas minerales como carbonato cálcico, normalmente sobre un soporte de arpillera o lona- y elige muebles de ratán, bambú o madera sostenible. Incluso puedes optar por sábanas de cáñamo o vajillas de vidrio reciclado, si te apetece.


Si vas a renovar los accesorios del baño, busca oportunidades para ahorrar agua utilizando un inodoro de doble descarga, reduciendo así el volumen de agua utilizado para tirar de la cadena. También puedes encontrar grifos de bajo caudal, duchas que ahorran agua e incluso sistemas de reciclaje de aguas grises. En la cocina, busca utensilios de bambú y todo aquello que sea reutilizable, e inicia tu propio movimiento de cero residuos.

Busca mejoras que ahorren energía, como interruptores de luz con sensor de ocupación, para no tener que preocuparte nunca de que alguien se deje las luces encendidas (aunque debo decir que me resulta un poco desconcertante entrar en un baño ecológico y tener que mover los brazos para encender las luces). Sustituir los viejos electrodomésticos cuando llegue el momento por modelos más eficientes con calificación Energy Star es otra opción de ahorro energético que no debes pasar por alto.

Hoy en día existen numerosas oportunidades -grandes y pequeñas, naturales y tecnológicas- para tomar decisiones más ecológicas, para hacer cambios en nuestra forma de vida que contribuyan a reducir nuestra huella de carbono.

Sí, todos podemos poner nuestro granito de arena.


Author

Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan