Otros pueden ser más pequeños o más grandes, pero todos forman parte de una compleja cadena de criaturas que, con el tiempo, quizá sólo conozcamos por imágenes, porque en realidad puede que todos hayan desaparecido. Algunos son bichos aparentemente diminutos e insignificantes, otros tan enormes que no se les puede pasar por alto. Pero en un mundo en el que existe una cadena alimentaria, forman parte de ella, y una vez que todas estas pequeñas e insignificantes (o magníficas) criaturas hayan desaparecido, puede que alguien más arriba en la cadena tenga hambre y empiece a comer otra cosa, poniendo en peligro a otra especie más. Pero, como ocurre con la mayoría de las criaturas en peligro de extinción, están amenazadas sobre todo por el desmonte de tierras, las presas, el desarrollo y el cambio climático.


Los ornitorrincos son pequeños y tímidos. Tienen la cabeza y el cuerpo aplanados, lo que les ayuda a deslizarse por el agua, y un pelaje marrón oscuro por encima y moreno por debajo, ambos gruesos y repelentes al agua, que les mantienen calientes y secos incluso después de nadar durante horas. El ornitorrinco es un mamífero extraordinario que sólo se encuentra en Australia. El ornitorrinco es una criatura acuática que pone huevos, tiene pico de pato, cola de castor y patas de nutria. Por si su aspecto no le impresionara, el macho de esta especie es uno de los pocos mamíferos venenosos del mundo: tiene espolones de 1,2 cm en cada pata trasera, cada uno de ellos conectado a una glándula crural (o glándula sudorípara modificada) que produce un potente veneno que, según los científicos, utiliza para competir con sus rivales durante la época de cría.


Normalmente activas al amanecer y al atardecer, estas criaturas solitarias pasan el tiempo durmiendo o buceando en busca de comida con los ojos y oídos cerrados. Tienen una visión muy aguda a larga distancia, pero como sus ojos están hacia la parte superior de la cabeza no pueden ver los objetos directamente bajo su nariz. Se alimentan en el fondo: recogen insectos y larvas, crustáceos y gusanos en el pico junto con trozos de grava del fondo, que luego almacenan en las bolsas de las mejillas. No tienen dientes, pero utilizan la grava recogida durante la alimentación, junto con las duras placas del pico, para triturar su comida y consumirla en la superficie.


Biofluorescencia


Según una nueva investigación publicada en la revista científica Mammalia, el pelaje de los ornitorrincos brilla de color verde azulado bajo la luz ultravioleta, debido a algo llamado biofluorescencia. Es diferente de la bioluminiscencia y significa que cuando absorben longitudes de onda cortas de luz -del sol o de otra fuente luminosa- pueden reemitirlas como longitudes de onda más largas, pero al parecer los científicos aún no están seguros de por qué.La cabeza y el cuerpo del ornitorrinco miden unos 38 cm y su cola unos 13 cm, pero su característica más notable es su asombroso hocico, que en realidad es bastante blando y está cubierto de miles de receptores que pueden detectar corrientes eléctricas en el agua para ayudarles a encontrar presas.


Aunque la hembra tiene dos ovarios, sólo funciona el izquierdo, ya que el derecho es rudimentario, como en las aves. Cuando nacen sus crías, no se alimentan de leche de las tetas, que la madre no tiene, sino de los poros dérmicos. De hecho, las crías nacen con dientes, pero los pierden.


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Los ornitorrincos son longevos, sobreviven hasta 12 años en libertad y más en cautividad. Los científicos creen que estas fascinantes criaturas son los primeros parientes de los mamíferos modernos, y estudios recientes demuestran que evolucionaron por primera vez hace más de 112 millones de años, mucho antes de la extinción de los dinosaurios.


Según la Fundación Australiana para la Conservación, si no se toman medidas urgentes para atajar la crisis de extinción, no será cuestión de si el ornitorrinco se extingue, sino de cuándo. Aunque quedan hasta 300.000 ejemplares adultos en libertad, el ornitorrinco está cada vez más amenazado en toda su área de distribución natural. En los últimos 30 años, su hábitat se ha reducido al menos un 22%, lo que equivale a unos 200.000 km, una superficie casi tres veces mayor que Tasmania. El ornitorrinco, que ya está en peligro de extinción en Australia Meridional y recientemente ha sido clasificado como vulnerable en Victoria, debería ser clasificado como especie amenazada a nivel nacional.


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Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan