La economía portuguesa creció un 0,2% en los tres últimos meses del año respecto al trimestre anterior, tal y como habían anticipado los economistas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En el conjunto del año, el país creció un 6,7%, incumpliendo así el objetivo del Ejecutivo, que había revisado al alza sus estimaciones, en diciembre, hasta el 6,8%, coincidiendo con las previsiones del Banco de Portugal, también actualizadas en el boletín. Para que Portugal hubiera crecido un 6,8%, el PIB tendría que haber crecido un 0,4% en el cuarto trimestre.

La estimación rápida del PIB revela que, en el cuarto trimestre, la zona euro creció un 0,1% y se mantuvo estable en el conjunto de la Unión Europea, es decir, en comparación con los tres meses anteriores. Este resultado se traduce en una ralentización tras el aumento del 0,3% tanto en la zona euro como en la UE.

Entre los distintos Estados miembros de los que se dispone de cifras, se observa que el campeón del crecimiento fue Irlanda, con una evolución en cadena del 3,5%, seguida de Letonia, con un 0,3%, y a continuación Portugal, con un 0,2%, con un comportamiento similar al de su vecina España.

Los datos de Eurostat revelan también que seis economías sufrieron de hecho una contracción del PIB en los tres últimos meses del año, con especial incidencia en Lituania (-1,7%) y Austria (-0,7%). Aún así, sólo Lituania entra en el contexto de recesión, al haber registrado ya dos trimestres consecutivos de contracción económica.