Originarias de América Central y del Sur, se cree que sus semillas las trajeron los capitanes de barco, y el nombre de Sir James Martin aparece relacionado con ellas. Pueden aparecer en cualquier momento entre abril y agosto (sobre todo en mayo), y las flores a veces están presentes antes que las hojas frescas, nuevas y de color verde claro. El nombre jacaranda procede de la lengua sudamericana guaraní y significa "fragante", y el árbol representa la sabiduría, el renacimiento, la riqueza y la buena suerte.

Algunos jacarandás pueden tolerar días de frío ocasional, pero en general esta especie no prospera en climas con temperaturas bajo cero frecuentes. Prefiere el calor y la humedad, pero es vulnerable a la escaldadura del tronco en zonas con temperaturas altas constantes.

Con una altura de 5-15 m, su principal característica distintiva es su espectacular floración de color azul lavanda, que le ha valido su popularidad como árbol ornamental. La Jacaranda mimosifolia es de crecimiento rápido y rebrota con facilidad si resulta dañada. Sus flores son de un precioso azul lavanda, tubulares, de 2,5 cm de largo, y aparecen en densos racimos terminales de 15 - 25 cm, a menudo con todo el árbol en flor - y con el suelo debajo volviéndose azul al caer las flores.

El follaje, similar al del helecho, suele dejar pasar la luz difusa, por lo que es posible cultivar hierba bajo el árbol, pero hay que tener en cuenta que éste puede tener importantes raíces superficiales que perturben las aceras o las estructuras cercanas. Las hojas, las vainas de las semillas y, sobre todo, las flores de la Jacaranda pueden generar mucha basura cuando caen, por lo que hay que estar prevenido. Este hábito desordenado hace que el árbol no sea una buena elección cerca de piscinas, entradas de coches y patios, ya que hay que limpiarlos y, si los restos no se barren rápidamente, pueden pudrirse y convertirse en un desastre viscoso y resbaladizo.

En general, los jacarandás son una buena elección para grandes espacios exteriores en climas cálidos. Son resistentes a plagas y enfermedades y moderadamente tolerantes a la sequía (aunque requieren riego durante largos periodos de sequía).

Aunque los jacarandás pueden cultivarse en interiores, no suelen florecer y deben plantarse en el exterior, por lo que no son buenos para plantar en macetas a largo plazo. Por desgracia, cuando se cultivan en interior, las jacarandas pueden atraer pulgones y mosca blanca.

Todas las partes de este popular arbusto ornamental son venenosas, especialmente las atractivas bayas, y produce vainas secas y redondas de color marrón, de unos 2,5 cm a 7,5 cm de ancho a finales del verano. Pueden cosecharse para replantarlas: recójalas directamente del árbol cuando estén secas, pero tenga en cuenta que no todas las vainas contienen semillas, y si está pensando en plantar las suyas, siga leyendo hasta el final.



Tipos de jacaranda


Hay varias variedades notables de jacaranda, algunas crecen hasta más de 12 m de altura, otras tienen un tamaño enano de sólo 3 m, algunas tienen flores blancas en lugar de púrpuras, otras con flores oscuras, casi granates.Entre ellas están 'Alba' o 'White Christmas', un árbol de tamaño normal con un hábito y unas necesidades de cuidados similares; crece alto con un follaje exuberante de flores blancas. 'Bonsai Blue' es un cultivar enano con flores de color púrpura intenso, y 'Maroon', otra variedad enana que crece de 3 a 7,6 m de altura, con flores de color púrpura granate oscuro.

Cómo cultivar jacarandas a partir de semillas


¿Te apetece probar a cultivar tu propio árbol? En primer lugar, remoja las semillas en agua durante 24 horas y, a continuación, colócalas sobre un lecho de tierra en macetas o contenedores para plantones. Cúbrelas con una fina capa de tierra para macetas y mantén la tierra húmeda. Las semillas deberían brotar en un plazo de dos a ocho semanas. Espera ocho meses antes de trasplantar las plántulas a un suelo arenoso con un drenaje moderado, ya que la tierra encharcada puede provocar la pudrición de las raíces.

Si tienen éxito, necesitarás mucho espacio para que crezcan y florezcan, por lo que no son la mejor opción para un patio pequeño o como plantación junto a una valla (tus vecinos no quedarán impresionados), pero de momento, ¡siéntate y espera 20 años a tener tu árbol!


Author

Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan