"En Bairro Alto, existe actualmente una situación insostenible causada por las distorsiones de la llamada Licencia Cero", dijo el ciudadano Domingues Alvim, refiriéndose a que esta ley "establece una presunción de legalidad en cuanto a los establecimientos de ocio y restauración que coloca en total desventaja a los residentes".

Este residente hablaba en una reunión pública descentralizada del Ayuntamiento de Lisboa, para la audiencia de los residentes de las parroquias de Santa Maria Maior, Santo António, São Vicente y Misericórdia, en la que la preocupación con la ley de Licencia Cero fue compartida por otros lisboetas, así como los problemas con el depósito y recogida de basuras, la seguridad, el aparcamiento y la accesibilidad peatonal.

Domingues Alvim dijo que las entidades no supervisan los establecimientos y refirió que desde hace más de un año, "sin éxito", viene denunciando dos situaciones que violan sus derechos como residente, a saber, la apertura de un restaurante en el edificio que funciona sin conducta para la evacuación de humos y gases y un establecimiento de ocio nocturno que se presenta a las autoridades como una casa de té, "pero en realidad se dedica a la exhibición de espectáculos pornográficos, propone prácticas sexuales variadas e incluye un sex shop".

Inspecciones

En respuesta al ciudadano, la concejala de Urbanismo, Joana Almeida (elegida independiente por la coalición "Novos Tempos" - PSD/CDS-PP/MPT/PPM/Aliança), afirmó que estos dos establecimientos "están en situación ilegal", indicando que la cámara ya ha realizado varias inspecciones y que el primer paso es notificar a los propietarios para restablecer la legalidad.

"El segundo paso es citar, si no cumplen, y el tercer paso es denunciar al Ministerio Público", dijo Joana Almeida, explicando que la cámara no tiene la competencia para cerrar los establecimientos, que tiene ese poder es la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Economía(ASAE).

El concejal de Economía, Diogo Moura (CDS-PP), coincidió en que "la Licencia Cero ha traído un efecto pernicioso para lo que son las actividades económicas en la ciudad", argumentando que es necesario cambiar el marco legal, para lo que está disponible para presentar propuestas al Gobierno.

"Sin una modificación de esta ley, se abrirán cada vez más bares, cada vez más establecimientos de este tipo, y el control por parte del Ayuntamiento de Lisboa, por depender de una mera comunicación previa, es muy difícil", destacó Diogo Moura, indicando que en las parroquias del centro histórico de Lisboa, hay "espacios que abren con ocho o 10 metros cuadrados, tienen sólo un surtidor de cerveza y venden a la gente en la calle", lo que trae problemas de ruido y afecta al derecho al descanso de los ciudadanos.

Lamentable

El concejal de Urbanismo consideró que estas situaciones de ilegalidad son "una realidad totalmente lamentable" y de difícil respuesta, porque el ayuntamiento intenta notificar, pero el propietario "no aparece, luego cambia de nombre, hay una serie de estrategias aquí que llevan a que estas notificaciones para el restablecimiento de la legalidad acaben deslizándose en el tiempo".

El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas (PSD), reforzó que es la ASAE la responsable del cierre de establecimientos, pero apoya la lucha de los vecinos: "No tengan ninguna duda de que yo, como alcalde, quiero cerrar estos establecimientos y que haré todo lo posible para cerrarlos, ahora tengo que tener instrumentos para ello".

"Licencia Cero, realmente, es una catástrofe para los ayuntamientos, para las parroquias, por lo que yo, como alcalde, puedo hablar con el Gobierno y decir que no es correcto", declaró Carlos Moedas.