"Los bajos costes son distintos y pueden justificar mayores subidas de tarifas", indica la presidenta de la entidad, Vera Eiró. Pero la decisión corresponde a los municipios. El regulador, en lo que respecta a las tarifas, sólo tiene la función de recomendar en función de la evaluación que haga de cada una de las entidades de gestión inferior.

"Tenemos el sector dividido en alta y baja. El vertido tiene que ver con la captación y el tratamiento en origen. Luego llega al centro, para que los municipios la distribuyan a los consumidores", explica el presidente de ECO.

Ahora bien, el 2% que la entidad estima como incremento corresponde a la inflación asociada a estos servicios, pero también a la continua evolución y mejora de los mismos, ya que "hay actividades que hay que desarrollar y que supondrán mayores costes de explotación, tanto en el ámbito del abastecimiento de agua como en el del saneamiento, pero también en la gestión de los residuos urbanos".