Portugal ya se ha posicionado públicamente al respecto. Es uno de los nueve países productores de vino de la Unión Europea que impugnan la decisión de la Comisión Europea que autoriza a Irlanda a poner advertencias sanitarias en las etiquetas de las bebidas alcohólicas.

Según la SIC, la Sociedade Portuguesa de Alcoologia afirma que el consumo en Portugal es un problema grave que hay que atajar de frente. Sostiene que la cuestión de las alertas en las etiquetas por sí sola no será suficiente. Habrá que aplicar un paquete de medidas que incluya también el tratamiento y la prevención.

Para los comerciantes y exportadores de vinos y bebidas espirituosas es importante poner de relieve las diferentes pautas de consumo en la Unión Europea.

Irlanda tuvo que esperar a que la Comisión Europea diera luz verde a esta cuestión, ya que el etiquetado tiene implicaciones para el comercio y la libre circulación de productos en el mercado único. Para 2026, todas las etiquetas de alcohol irlandesas tendrán que llevar advertencias sanitarias.