En Kigali, capital de Ruanda, donde se celebra el Congreso de la FIFA, Mohammed VI anunció una candidatura "sin precedentes en la historia del fútbol, que unirá África y Europa, el norte y el sur del Mediterráneo, y los mundos africano, árabe y europeo", además de aportar "lo mejor de todos".

El mensaje fue leído por el Ministro marroquí de Deportes, Chakib Benmoussa.

Portugal y España habían anunciado una candidatura ibérica para organizar la Copa del Mundo de 2030, en 2021, a la que más tarde se unió Ucrania, tras la invasión rusa de ese país, en octubre de 2022.

El soberano marroquí no hizo ninguna referencia a los ucranianos, sugiriendo que este país se retiraría del proyecto, en un anuncio realizado tras la suspensión del presidente de la federación ucraniana, Andrii Pavelko, detenido a finales de noviembre por malversación de fondos.

La inclusión de Marruecos ha sonado en los medios de comunicación y, además de ser un país geográficamente cercano, permitiría que la competición se celebrase por primera vez en dos continentes diferentes, además de responder a las candidaturas del país africano, que perdió en 1994, 1998, 2006, 2010 y 2026, que tendrá a Estados Unidos, México y Canadá como anfitriones.

Argentina y Uruguay iniciaron la candidatura sudamericana, que pretende conmemorar el centenario de la competición donde comenzó, entretanto reforzada con la inclusión de Paraguay y Chile, con la participación de Bolivia abierta.

Los marroquíes, que ya habían manifestado su intención de presentar su candidatura en 2018, lograron, en el Mundial de Catar 2022, la mejor actuación de la historia de un equipo africano.

La FIFA anunciará en 2024 quién ha ganado la candidatura, el segundo torneo que recibirá 48 países, en lugar de los 32 que participaron en Qatar, después de que este formato ampliado se inaugure en 2026.