El análisis concluye también que, por término medio, el turista de crucero gastó 82 euros en Lisboa y que, por cada euro gastado por los pasajeros, se generan entre 1,65 y 3,78 euros en la producción total de la economía, "un efecto multiplicador superior al del alojamiento y la restauración".

En el año analizado, este sector generó una producción de 840 millones de euros para la economía, 133 millones de euros en impuestos y 8, 863 empleos, al tiempo que, con 310 escalas, supone que cada una aportó, de media, 1,08 millones de euros al PIB, creó 29 puestos de trabajo y generó 0,43 millones de euros en ingresos fiscales. Esta evaluación también muestra que las contribuciones del sector de cruceros al comercio minorista fueron del orden de 48 millones de euros, seguido de los servicios inmobiliarios, con aproximadamente 40 millones de euros, el alojamiento, con 37 millones, los restaurantes, con 29,3 millones, el transporte, con 24,2 millones, y las ventas brutas, con 17,6 millones.

Otra conclusión relevante del estudio es que el turismo de cruceros alcanza su máximo en primavera e invierno, a diferencia del turismo tradicional.

Según Carlos Correia, presidente de la Administración de Porto de Lisboa (APL), estos datos confirman "la relevante contribución económica del sector de cruceros en el tejido económico nacional y regional, con un significativo impacto positivo en actividades como el comercio minorista, el sector inmobiliario, el alojamiento, la restauración, el transporte, entre otros". Teniendo en cuenta estos valores, Carlos Correia subraya que "la importancia que la actividad de cruceros representa para sus destinos es innegable, por lo que la APL seguirá firmemente comprometida en trabajar, junto con la ciudad, para que el impacto positivo de esta actividad sea algo más que económico, ejecutando proyectos e iniciativas que contribuyan también a la sostenibilidad medioambiental y social de Lisboa."