Carlos Fonseca, de la Universidad de Aveiro, afirmó que la investigación demostró que animales como el jabalí y el ciervo están en expansión, pero admitió que existe "una situación crítica para muchas especies".

Uno de los grupos de mamíferos que más preocupa es el de los murciélagos, como destacó João Cabral, de la Universidad de Trás-os-Montes y Alto Douro, que alertó del aumento de infraestructuras perjudiciales para los murciélagos, desde parques eólicos a presas y carreteras.

El investigador habló de "años dramáticos", criticó los cambios en el paisaje asociados a la agricultura intensiva y sugirió mejoras en la legislación, para proteger mejor a los murciélagos.

António Mira, profesor de la Universidad de Évora, también advirtió de la importancia de los pequeños mamíferos, como las musarañas o los ratones, y en este ámbito sólo destacó como positivo la expansión de la ardilla y más registros de topos ibéricos.

Además, dijo, "hay un deterioro considerable del estado de conservación de las especies" y en algunas, incluso, hay riesgo de extinción en una década. Y es que los pequeños mamíferos, recordó, son el alimento de los carnívoros más grandes. "Un tercio de las especies están amenazadas o cerca de estarlo", advirtió.

Paulo Célio Alves, profesor de la Universidad de Oporto, dijo que el conejo es una de las principales presas de los mamíferos carnívoros y añadió que hay zonas del país donde "es raro ver un conejo".

"No se pueden tomar medidas de conservación para los depredadores sin hacerlo también para las presas", advirtió, al tiempo que Mariana Sequeira, del Instituto de Conservación de la Naturaleza y Bosques(ICNF), dejaba también las alertas para los mamíferos marinos.

Según el "Libro Rojo", un tercio de las especies de mamíferos evaluadas están amenazadas de extinción.