Aunque hay situaciones más complejas, la estafa más básica suele consistir en que el "prestamista" recopila los datos del consumidor para simular un análisis del proceso de concesión del préstamo.

A continuación, se informa al consumidor de que el préstamo ha sido aprobado y se le pide que transfiera una cantidad para finalizar el proceso. Se envía un falso recibo indicando que la transferencia del importe del préstamo ya se ha realizado, con el abono del importe en la cuenta del consumidor a la espera del pago de un importe relativo a los gastos del proceso, la comisión de aprobación del crédito, el pago del impuesto de timbre, etc.

En la mayoría de los casos, se trata de unos pocos cientos de euros, y una vez realizado el pago y consumada la estafa, el consumidor pierde el préstamo y el dinero abonado, y ya no puede contactar con la falsa entidad de financiación.

¿Cómo prevenir estas situaciones?


El consumidor debe adoptar una actitud preventiva y consultar la lista de entidades autorizadas a conceder créditos en Portugal para confirmar si esa entidad está debidamente registrada.

Situaciones que pueden hacernos recapacitar

  • Ausencia o escasez de contactos telefónicos (por ejemplo, sólo se indica un número de teléfono móvil), números del extranjero;
  • Dirección en territorio extranjero o un simple apartado de correos;
  • Dirección de correo electrónico no institucional (Gmail, Hotmail, Yahoo, etc.);
  • Páginas en Internet o en redes sociales con errores ortográficos o de construcción de frases que evidencien el uso de un traductor en línea;
  • Testimonios falsos de terceros que pretendan dar fe de la fiabilidad de las entidades financiadoras;
  • Ausencia de referencias sobre esa entidad en otros sitios web sobre esa entidad de financiación, o referencias negativas, como quejas y denuncias;
  • Préstamos aprobados rápidamente (en cuestión de horas/días) y sin burocracia (no se exige documentación);
  • El registro negativo en la Central de Crédito del Banco de Portugal no es motivo para no conceder el crédito. Sin embargo, la mayoría de las entidades de crédito, si no todas, se niegan a conceder préstamos a cualquier persona que figure en la "lista negra".

Nota: Antes de ponerse en contacto con las entidades, el consumidor debe comprobar si la entidad en cuestión está habilitada para realizar este tipo de operaciones financieras. Para ello, los consumidores deben consultar la lista de entidades registradas para conceder créditos o para trabajar como intermediarios de crédito.


Author

Paula Martins is a fully qualified journalist, who finds writing a means of self-expression. She studied Journalism and Communication at University of Coimbra and recently Law in the Algarve. Press card: 8252

Paula Martins