"El uso de fuegos controlados bien prescritos y bien pensados es fundamental para poder frenar los incendios forestales, incluso más que las franjas de gestión de combustible junto a casas y calles", declaró a Lusa el director de Zero, Paulo Lucas.

El ecologista considera que aún no está clara la eficacia de las fajas de gestión del combustible para combatir los incendios, así como su coste económico y medioambiental, ya que el país depende principalmente de medios mecánicos -dosificadores de dióxido de carbono- para implantar estas fajas.

"Utilizamos muy poco el fuego controlado, que es el uso del fuego para crear huecos en las fuentes de combustible del paisaje, impidiendo eficazmente que el fuego se propague con tanta facilidad", defendió.

Esta práctica, añadió, además de ser "más eficaz" y "más barata", permite destinar recursos a otras inversiones, como "la plantación de especies más resistentes al fuego, especies autóctonas", necesaria en amplias zonas del territorio.

Paulo Lucas también ve con preocupación la cuestión del control de la ignición, subrayando que Portugal tiene un problema de mal uso del fuego y de comportamientos inadecuados en torno a él.

"Tenemos un problema de comportamiento que hay que arreglar y no vemos que los políticos actúen en ese sentido. El exceso de igniciones, en un día con muchos incendios forestales, se traduce en un grave problema de gestión. Las medidas tienen que estar concentradas. Si están dispersas, el fuego puede descontrolarse", afirmó, y añadió que "la mayoría de los grandes incendios forestales están relacionados con la forma de combatirlos".