El fin de los visados dorados forma parte del programa Mais Habitação, aprobado por el ejecutivo nacional en marzo y la semana pasada en general en la Asamblea de la República, que ahora va a seguir debatiéndose.

La propuesta también hace algunos ajustes en la renovación de los visados ya asignados (cada dos años) y determina que "las nuevas solicitudes de permisos de residencia relacionados con las inversiones o el apoyo a la producción artística, la recuperación o el mantenimiento del patrimonio cultural nacional sobre el que antes de la entrada en vigor de esta ley, una declaración ha sido emitida por GEPAC (Oficina de Estrategia Cultural, Planificación y Evaluación)".

El Presidente del Gobierno de Madeira, Miguel Albuquerque (PSD), ha afirmado que el fin de los visados de oro para la adquisición de bienes inmuebles debe producirse "en consonancia con los intereses del país", que no son necesariamente los de Lisboa y Oporto.

Criticando otras medidas de Mais Habitação -como la prohibición de nuevas licencias de alojamiento local, que el Gobierno anunció entretanto no se aplicaba a las islas y a decenas de municipios de baja densidad del continente-, Miguel Albuquerque consideró que los visados de oro están siendo utilizados como "chivo expiatorio".

"La realidad es esta: queremos mantener los visados dorados aquí, en Madeira, entendemos que es bueno para el crecimiento inmobiliario de alta renta", dijo el socialdemócrata, que envió al Primer Ministro y al Presidente de la República una carta con el rechazo de algunas medidas.

"Si necesitamos inversores de alto rendimiento, ¿por qué no seguir adelante? Por cierto, es necesario recordar que los visados dorados no sólo tienen que ver con la cuestión de la adquisición de viviendas. También tienen que ver con un componente muy importante, que es traer conocimientos científicos e innovación tecnológica a Madeira", dijo.

El Presidente del Gobierno de las Azores, José Manuel Bolieiro (PSD), que aún no se había pronunciado públicamente sobre el asunto, dijo que los dos archipiélagos tienen una posición conjunta al respecto.

"El Gobierno regional está a favor de la continuidad de los visados dorados y cualquier cambio debe tratar específicamente de las Azores y Madeira".