El objetivo es que las tareas se distribuyan equitativamente en el hogar, sobre todo en relación con el hecho de que suelen ser las mujeres las que soportan la mayor parte de la carga. Según un estudio del INE, el 50% de las mujeres afirma realizar la mayor parte de las tareas domésticas, mientras que sólo el 4% de los hombres dice lo mismo.