Una gran masa de polvo sahariano se dirige hacia Irlanda siguiendo el sistema meteorológico de altas presiones sobre Europa central. Este fenómeno, poco frecuente en Irlanda, traerá una atmósfera espeluznante a los cielos.

Se prevé que llueva y que, combinado con el polvo del Sáhara en el aire, caiga una "lluvia de sangre" que dejará los coches cubiertos de polvo.