La acción está siendo convocada a través de las redes sociales e indica la intención de realizar una concentración el día 1 de marzo, a las 15:00 horas, en la entrada principal de la Feira Internacional de Lisboa(FIL), donde tendrá lugar el inicio del evento Bolsa de Turismo de Lisboa(BTL).

En declaraciones a la agencia Lusa, Carla Reis, propietaria de un alojamiento local y promotora de la protesta, explicó que la elección de la fecha "fue simbólica" y que pretende llamar la atención del Gobierno sobre las consecuencias negativas de las medidas que se proponen.

En cuestión está el programa Mais Habitação, aprobado el jueves por el Consejo de Ministros, que prevé que se "prohíba" la emisión de nuevas licencias de alojamiento local, con la excepción de los alojamientos rurales en municipios del interior del país, donde podrán dinamizar la economía local.

Además, las actuales licencias de alojamiento local "estarán sujetas a reevaluación en 2030" y, a partir de entonces, periódicamente, cada cinco años.

Las propiedades que permanezcan en alojamiento local tendrán que pagar una contribución especial, cuyos ingresos se destinarán al IHRU (Instituto de Vivienda y Rehabilitación Urbana) para financiar políticas de vivienda.


¿El fin del alojamiento local?


"Son propuestas que auguran el fin del alojamiento local. Ni siquiera es el alojamiento local tal y como lo conocemos. Es realmente el fin del alojamiento local. Por lo tanto, ha llegado el momento en que dejamos de creer que el Estado es una buena persona y decidimos salir por primera vez", justificó Carla Reis.

La empresaria afirmó que los propietarios de alojamientos locales "están muy dolidos con el Primer Ministro".

"Lo que queremos [con la protesta] es que vean quiénes somos, nuestras caras. Al contrario de la narrativa de gente que expulsa a los ancianos, de gente rica, de gente que vive sentada esperando a que lleguen los ingresos. Todos somos lo contrario de eso", señaló.

En este sentido, y reconociendo la existencia de un problema con la vivienda, Carla Reis consideró que persistir en el "ataque al alojamiento local" sólo servirá para "hundir en la miseria a más familias", que dependen directa e indirectamente del sector.

"El problema no somos sólo nosotros. Son todas las familias que trabajan en torno al alojamiento local. Las limpiadoras, los contables, los fotógrafos, el fontanero", ha señalado.


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