Según un estudio de la organización no gubernamental (ONG) ecologista Greenpeace, la ruta entre Lisboa y Tires -la más corta del país- subió una posición, de 2021 a 2022, en la tabla de intensidad de carbono al registrar unas emisiones de 108,68 kilos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro, con un total de 118 vuelos de jets privados recorriendo los 20,37 kilómetros de distancia entre el aeropuerto de la capital y el aeródromo de las afueras de Lisboa.

A la cabeza de la tabla de intensidad de carbono, que analiza las rutas con más de diez vuelos al año, se sitúa la ruta entre Farnborough y Blackbushe, en Reino Unido, con 13 vuelos registrados en 2022 para recorrer 7,41 kilómetros y que produjeron 240,23 kilos de CO2 por kilómetro.