Esta alta concentración representa un "riesgo para las personas que son alérgicas a estos pólenes" y que pueden desarrollar molestias de rinitis alérgica, como estornudos, lagrimeo y molestias oculares y, eventualmente, desarrollar asma, dijo a Lusa el secretario general de SPAIC.

"No será un riesgo para toda la población", sino sólo para aquellos que son alérgicos a estos pólenes, dijo Pedro Martins.

Los niños y las personas mayores alérgicas "serán más susceptibles, pero es un riesgo transversal [a todos los alérgicos al polen], que puede llevar al agravamiento de la enfermedad y a desplazamientos a los servicios de urgencias", dijo el especialista en inmunoalergología.

"Si la persona tiene alergia al polen y sabe que tiene molestias en esta época de la primavera, debe tomar un tratamiento que se le prescriba para controlar su enfermedad y hacer que esté más protegida para esta fase de alto polen", subrayó el secretario general de la SPAIC.

En 2002 se creó la Red Portuguesa de Aerobiología(RPA), un servicio gratuito prestado por la SPAIC que monitoriza, a nivel nacional y de forma continua, los granos de polen y las esporas de hongos presentes en la atmósfera con potenciales repercusiones negativas sobre la salud humana.

El RPA es el resultado de la colaboración entre investigadores y profesores de las Universidades de Évora, Madeira y Azores e inmunoalergólogos de varios hospitales de todo el país.

Actualmente, la RPA consta de nueve estaciones o centros de vigilancia situados en Oporto, Vila Real, Coimbra, Castelo Branco, Lisboa, Évora, Faro, Funchal y Ponta Delgada.