El voluntariado siempre proporciona una valiosa visión tanto de las inmensas necesidades de nuestra comunidad como del poder del esfuerzo colectivo para hacer frente a tales retos. Fuimos testigos de primera mano de las personas y familias vulnerables que dependen de estos servicios durante las vacaciones, lo que nos recordó crudamente cómo persisten las desigualdades sociales. Ver a personas haciendo cola para recibir una comida caliente y sus expresiones de gratitud puso de relieve el impacto que esta iniciativa benéfica tiene en quienes, de otro modo, podrían pasar hambre o sentirse olvidados durante esta época de alegría.

Créditos: Imagen facilitada;

Además, trabajar junto a un personal entregado y a otros voluntarios, especialmente nuestros colegas de Portugal News, así como a los alumnos y padres de Nobel British International School Lagoa, demostró la notable compasión y determinación necesarias para llevar a cabo con éxito un evento de este tipo. 15 alumnos de la Escuela Nobel trabajaron como voluntarios durante todo un año en el Comedor Social y recibieron certificados por su diligencia y duro trabajo.

Créditos: Imagen facilitada;

En general, esta experiencia reforzó mi creencia en la importancia de devolver algo a la sociedad, especialmente en tiempos en los que muchos se quedan fuera de las celebraciones debido a circunstancias que escapan a su control.

Créditos: Imagen suministrada;

Fue extraordinario ver la alegría y la gratitud en los rostros de quienes recibieron la comida y las bolsas de regalo, y la experiencia profundizó mi aprecio por el poder de la comida para nutrir no sólo nuestros cuerpos sino también nuestros espíritus.

Créditos: Imagen facilitada;

Esta tradición anual se ha convertido en parte integrante de mi trayectoria profesional, reforzando mi compromiso de devolver y servir a los menos afortunados que yo.

Créditos: Imagen suministrada;

Joy Borgan, Directora del Comedor Social de Portimão, dijo que estaba muy agradecida a todos los que ayudaron a cocinar, preparar bocadillos, preparar bolsas de regalo y servir en la puerta. Fue un gran día y servimos más de 400 comidas y llevamos sonrisas a muchas caras, así que mereció mucho la pena.