Las medidas, que pretenden crear "un mayor ahorro y racionalización de las reservas de agua", se enmarcan en la resolución aprobada por el Consejo de Ministros en febrero "para contribuir a mantener la sostenibilidad hídrica a corto y medio plazo" en la región, destacó el Ayuntamiento.

Entre el conjunto de iniciativas puestas en marcha se encuentra la suspensión del uso de agua pública o potable para el riego de zonas verdes y jardines públicos, el cierre de fuentes ornamentales y duchas y pediluvios en zonas de baño, así como la reducción de la renovación de agua en piscinas públicas.

La suspensión del uso de agua pública o potable para el riego de espacios verdes y jardines públicos tiene la excepción del Jardim da Alameda João de Deus y del campo de césped de la pista de atletismo, que se riegan con agua de pozo.

Al mismo tiempo, se reducirá la frecuencia de lavado de calles, aceras, vehículos y equipamientos municipales, "utilizando para ello y siempre que esté disponible, agua de fuentes alternativas", reza la nota.

El ayuntamiento dice que, para garantizar la supervivencia de los árboles de carácter monumental o singular, se mantendrá un máximo de dos riegos mensuales en sistema de goteo.

Según el ayuntamiento, estas medidas, que implican la parada del riego por aspersión, garantizando sólo el riego de esos árboles, permiten reducir el consumo total en un 99,9% en el riego de los espacios verdes públicos del municipio.

Para combatir la escasez de agua en el Algarve, el Ayuntamiento de Faro también anunció que está implantando reductores de caudal en los grifos de los edificios municipales.

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