Economistas del regulador bancario concluyen que el índice de bienestar en Portugal aumentó una media del 2,7% anual, entre 1995 y 2022, revelando un proceso de convergencia con la UE.

El índice de bienestar evalúa el mayor consumo, el tiempo libre, la esperanza de vida y la menor desigualdad y permite integrar componentes no incluidos en el análisis basado únicamente en el PIB per cápita, con el objetivo de evitar centrar las políticas públicas únicamente en el aumento de la renta del país.

En Portugal, el crecimiento medio del bienestar reflejó el aumento del consumo per cápita y de la esperanza media de vida, con una contribución de 1,3 puntos porcentuales (pp.) cada uno y, en menor medida, la reducción de la desigualdad, mientras que la contribución de la variación del ocio fue nula.

La conclusión del Banco de Portugal(BdP) sobre la convergencia de Portugal con la UE en términos de bienestar, contrasta con la obtenida a partir del análisis del PIB per cápita, donde no se observan avances en la aproximación a los valores de la UE entre 1995 y 2022.

El análisis indica que "en Portugal, la desviación entre el crecimiento medio de las dos medidas fue de 1,5 pp. --- la tercera mayor entre los países de la UE".

Aislando el año 2022, el índice de bienestar en Portugal se situó en el 87%, lo que significa que el consumo en la UE tendría que reducirse un 13% para que fuera indiferente para un ciudadano que viviera en Portugal o en una economía con las características de la media de la UE.

"Todos los factores, con la excepción de la esperanza media de vida -mayor en Portugal-, contribuyen al menor nivel de vida en comparación con la UE", indican los economistas, que señalan que la diferencia de consumo per cápita explica la mayor parte del diferencial negativo.

Según el análisis, Portugal pasa del 20º puesto en la clasificación basada en el PIB per cápita al 16º utilizando la medida de bienestar.

"El mayor peso del consumo en el PIB en Portugal y la mayor esperanza media de vida refuerzan este resultado, compensando con creces el efecto negativo de la desigualdad y de las horas trabajadas más elevadas que en la UE".