El regulador afirma que dos clínicas dentales abiertas en Lisboa prestaban asistencia sin contar con profesionales sanitarios cualificados para la actividad desarrollada.

Los profesionales que se encontraban en estos establecimientos "carecían de las titulaciones o habilitaciones pertinentes para ejercer la citada asistencia sanitaria médica y odontológica", reza el documento.

El regulador entiende que "este hecho es susceptible de causar graves e irreparables perjuicios a los pacientes", lo que justificó la aplicación de la medida de suspensión inmediata de la actividad.

Una de las clínicas acabó solucionando el problema de falta de dentistas, pero a la otra se le ordenó el cierre definitivo por no corregir la situación.

En una clínica de Albufeira, distrito de Faro, la inspección detectó que se estaban llevando a cabo procedimientos que requerían el uso de medicamentos o productos sanitarios que estaban indicados para "uso exclusivo de un médico".

En concreto, se trataba, entre otros, de la "aplicación de toxina botulínica, ácido hialurónico, multivitamínicos, productos utilizados en peeling químico" y la eliminación de lunares mediante equipos láser sin que el profesional "estuviera habilitado para ejercer la profesión de médico".

La clínica acabó resolviendo el asunto y vio levantada la suspensión ordenada por el ERS.

En otro de los casos, ocurrido en Vila Nova de Famalicão, distrito de Braga, el profesional realizaba procedimientos de fisioterapia, "en el curso de lesiones deportivas (como tratamiento de roturas, distensiones y esguinces de tobillo y rodilla)" y no tenía cualificación para ejercer la fisioterapia.

La suspensión de la actividad duró cuatro meses, tras los cuales el establecimiento corrigió el error señalado por el regulador y vio levantada la suspensión.