Antes de comprar nada nuevo, prueba a actualizar tu espacio con lo que ya tienes -o, en el peor de los casos, gasta lo mínimo- para darle un aire nuevo y fresco. Si no tienes un elemento natural que llame la atención y sea el centro de atención de tu habitación, como una chimenea o un televisor, no es tan difícil crearlo; incluso combinar un espejo o alguna obra de arte con un banco o unas estanterías, o un toque de pintura llamativa puede crear un punto de interés. Si todo lo demás falla, ¡busca inspiración en los mercados de segunda mano!


Pintar

La pintura no tiene por qué limitarse a las paredes: puedes utilizarla para decorar muebles y accesorios y actualizarlos. Prueba a dar un toque de color a los muebles de madera o añade ilustraciones estarcidas para crear algo totalmente nuevo. La pintura blanca tiza actualizará al instante un mueble de pino aburrido, y añadir nuevos herrajes, como los tiradores de los cajones, le dará un aspecto renovado.


Enmarca fotos familiares

Imprime fotos familiares u otros recuerdos favoritos para exponerlos en la pared, comprando marcos nuevos si puedes permitírtelos, o reúne los viejos y píntalos todos del mismo color para decorar lo que tengas: unos marcos básicos negros con paspartú blanco dan un bonito punto de enfoque. Otra sugerencia sería enmarcar las obras de arte de tus hijos o sus dibujos: son formas perfectas de aprovechar lo que tienes y, en lugar de guardar estas obras maestras, exponerlas en bonitos marcos. Puedes ir cambiándolos a medida que lleguen nuevas obras de tu pequeño artista, o simplemente ir rotando tus favoritas.


Amontona cojines

Una de las formas favoritas de alegrar una habitación: añade una pila de cojines para hacerla más acogedora. Puedes colocarlos en el sofá y en los sillones para añadir calidez y comodidad, y cambiar fácilmente la combinación de colores. Escoge cojines con estampados diferentes y colores complementarios para crear un agradable efecto de desparejamiento, o invierte en una selección de fundas nuevas para contrastar los colores con las que ya tienes. Si eres hábil con la aguja y el hilo, plantéate hacer tus propias fundas de cojín, tal vez con una sudadera o una camiseta, conservando la cremallera o los botones. Otro truco es doblar una manta brillante sobre el asiento, el respaldo o el brazo de una silla para utilizarla como cojín, lo que podría servir también para abrigar las rodillas o los hombros en una noche fría.


Espejos

Me encantan los espejos: añaden espacio y reflejan la luz en la habitación. Si no puedes hacer agujeros en la pared para colgar tu espejo favorito, puedes colocar espejos con marcos grandes contra la pared. Un espejo grande con un marco bonito se convierte en una obra de arte y, si se coloca contra la pared, puede hacernos creer que el techo es aún más alto de lo que es, o puede reflejar los colores de los árboles o el jardín en el interior de la casa. Un espejo también puede iluminar el final de un pasillo oscuro al reflejar la luz y dar la ilusión de una ventana adicional.

Créditos: envato elements;

Reorganizar los muebles

Sentirse cómodo decorando con lo que se tiene puede dar una nueva perspectiva y cambiar la forma de ver una habitación, y puede ser tan sencillo como cambiar las cosas de sitio. Antes de comprar nada nuevo, pruebe primero a experimentar con distintas disposiciones de los muebles. Prueba a poner el sofá contra otra pared si tienes espacio, separa los muebles de la pared o gira las sillas por la habitación hasta que encuentres la colocación ideal. Si no te gusta la distribución final, siempre puedes volver a colocar las piezas.


Estanterías

Las estanterías aburridas pueden transformarse con un fondo estampado para añadir contraste a la habitación, tal vez retomando un color de acento que ya exista en la decoración. Telas, papel pintado e incluso restos de papel de regalo pueden servir para forrar la parte trasera de las estanterías. Si no estás seguro de que te vaya a gustar esta idea, utiliza papel pintado despegable o adhesivo; si no, puedes quitarlo fácilmente.


Author

Marilyn writes regularly for The Portugal News, and has lived in the Algarve for some years. A dog-lover, she has lived in Ireland, UK, Bermuda and the Isle of Man. 

Marilyn Sheridan