Un nuevo estudio revela que un tercio de los jóvenes de entre 18 y 30 años presenta síntomas de adicción a los teléfonos inteligentes, y los investigadores afirman que la cantidad de tiempo acumulado que se pasa con el teléfono no supone realmente una diferencia.

Un estudio realizado por el King's College de Londres entre 1.043 personas, descubrió que el 39% presentaba síntomas como la pérdida de control sobre el tiempo que pasaban con el teléfono, la angustia cuando no podían acceder a él y el descuido de otras áreas de su vida. Más de dos tercios de los adictos también tenían problemas para dormir.

Parece que cada vez comprendemos mejor los efectos nocivos del uso ilimitado de los teléfonos inteligentes, por lo que vale la pena aplicar algunas estrategias de autocuidado. He aquí cómo hacerlo...

Desaparece el gris
Desprovisto de color, tu teléfono no es menos funcional, pero es mucho menos atractivo para tu cerebro. Pamela Roberts, psicoterapeuta de Priory(priorygroup.com) dice: "Pon tu teléfono en escala de grises (la mayoría de los teléfonos tienen este ajuste) y apaga también todas las notificaciones".

"Drenar el color de tu smartphone te ayudará a mejorar tu concentración y a reducir su atractivo para la vista", señala Roberts. "Básicamente, hace que parezca más monótono y menos ruidoso".

Cuando estés en compañía, Roberts también aconseja apagar el teléfono por completo y dedicarte plenamente a tu acompañante. Saber que tu teléfono está fuera de los límites te ayudará a no pasar el tiempo haciendo scroll.

Deja el teléfono "solo en casa"
Ya sea en tu paseo diario para tomar aire fresco o en tus viajes al supermercado, Roberts aconseja tener períodos en los que dejes físicamente el teléfono en casa.

"Es probable que se produzca un síndrome de abstinencia psicológico, por lo que es posible que necesites el apoyo de tus amigos y familiares para que te ayuden a controlar la inquietud, la irritabilidad y el descontento que te producirá el destete del teléfono", señala.

"Para ayudarte, hazte amigo de un amigo que también quiera reducir su tiempo de uso del teléfono. La unión hace la fuerza. Pónganse de acuerdo para tomarse un café con leche o un chocolate caliente y dar un largo paseo sin la tecnología".

Ojos que no ven, corazón que no siente
¿Eres culpable de tener el teléfono al lado de tu mesa? Puede que sea el momento de poner un poco de espacio físico entre tú y tu adicción.

"Intenta crear esa división entre tú y tu dispositivo", dice la doctora Rachael Kent, profesora de Educación en Economía y Sociedad Digital en el King's College de Londres (drdigitalhealth.co.uk).

"Ponerlo en un cajón o en otra habitación puede evitar que entres en ese ciclo compulsivo de coger el teléfono y desplazarte habitualmente".

Llega alcorazón delproblema
Algunos teléfonos ahora tienen ajustes de tiempo de pantalla que te permiten establecer límites para aplicaciones individuales, como WhatsApp e Instagram.

"Los ajustes de bienestar que limitan el tiempo que pasas en una app pueden ser útiles, pero a veces, puede ser como poner una tirita sobre el problema", dice Kent. "En cambio, creo que se trata de establecer tus propios hábitos".

Kent sugiere analizar cómo te sientes cuando usas el teléfono, especialmente cuando estás en un ciclo de cogerlo compulsivamente. ¿Te sientes poco estimulado por tu trabajo, o podrías estar evitando enfrentarte a un problema en casa?

"Establecer algunos parámetros mentales es realmente importante, ya que demuestra que eres consciente de cuándo el uso de tu smartphone se está volviendo adictivo y perjudicial para tu propia salud mental".

Kent añade: "Por desgracia, nuestros teléfonos son ahora mismo nuestras herramientas de ocio y de trabajo. Y en este momento, estamos pasando por un trauma colectivo, por lo que estamos utilizando nuestros teléfonos para la socialización y el apoyo también."

Kent subraya que todo esto está completamente bien y es natural: "Es importante que acudamos a nuestros amigos, familiares y colegas para que nos apoyen, mientras intentamos poner estos límites".

Así que, si un día te pasas horas haciendo scroll, no te castigues por ello: se trata de adoptar esas prácticas con el tiempo, y se necesitan al menos 14 días para cambiar un hábito".

"No intentes moralizarlo", subraya, "simplemente inténtalo de nuevo mañana".