"La producción de castañas este año es mala. No recuerdo un año tan malo como éste, hemos hablado con gente mayor y nadie recuerda un año como éste", dijo a Lusa el productor y empresario José Mário.

En una zona del distrito de Portalegre en la que predominan las especies Bária y Clarinha en los campos, el tiempo seco ha dificultado el desarrollo de la castaña, lo que ha hecho que se produzca un calibre de nuez "muy bajo".

"Tengo una caída del 90% en la producción. Es una gran pérdida, ya que necesitamos castañas frescas y no las hay", explicó.

A pesar de esta pérdida, el empresario y productor destacó que la castaña que se está destinando al consumo "tiene calidad".

Las castañas de calibre 30/32 se están comercializando en el "orden de los 2 euros por kilo" y la castaña más pequeña (calibre 28) se está comercializando en el orden de "1 euro por kilo".

El microclima de la sierra de São Mamede es muy favorable a la producción de castañas, por lo que las castañas de Marvão han sido declaradas como protegidas.

Para minimizar el impacto económico negativo en los productores, la Cámara de Marvão promueve, hasta el 21 de noviembre, una iniciativa gastronómica dedicada a las castañas en 14 restaurantes asociados del municipio.

Además de esta iniciativa, el municipio también está promoviendo la 37ª edición de la Feira da Castanha - Festa do Chestnut, un evento considerado como uno de los más importantes del condado y que tiene lugar durante este fin de semana.

Según la Cámara de Marvão, se espera que se consuman más de tres toneladas de castañas y 1.000 litros de vino en la feria, que fue aplazada en 2020 debido a la pandemia de Covid-19.