"Además de un aumento de los precios, habrá escasez de productos, lo que lleva a la especulación, que a su vez conduce a un nuevo aumento. Es imposible saber hasta dónde llegará la subida", afirma el presidente de la Confederação dos Agricultores de Portugal (CAP), que añade que hay agricultores que dejarán de producir varios cultivos de temporada, como el maíz, las hortalizas y algunas frutas para no tener pérdidas. "Las existencias de algunos productos, como la harina para la pasta, son tan escasas que en uno o dos meses es posible que tengamos que entrar en un racionamiento como ocurrió en los años 70", afirma.

El vicepresidente de la Asociación Portuguesa de Empresas de Distribución, Gonçalo Lobo Xavier, dijo a Expresso que, por el momento, no hay interrupciones de la producción, "pero hay una presión de precios absolutamente inédita". El director general de la Asociación Portuguesa de Empresas de Productos de Marca, Pedro Pimentel, admite: "Podemos tener en el comercio minorista un escenario idéntico al de las colas en las gasolineras, con gente comprando productos no perecederos por adelantado". El presidente del Banco de Alimentos contra el Hambre advierte que "la escasez de alimentos alcanzará un nivel que no se ha visto en muchos años".