"Si el Gobierno o las empresas tuvieran que reaccionar inmediatamente al valor de la inflación, estaríamos cambiando constantemente los salarios y la inflación salarial llevaría inevitablemente a la inflación sobre la inflación", dijo António Saraiva, subrayando que debe haber "moderación".

"No podemos estar ciegos y pensar que el problema de la inflación se resuelve subiendo los salarios", añadió.

Preguntado por el impacto de la subida de la inflación en el poder adquisitivo, António Saraiva explicó que la falta de poder adquisitivo de las personas es similar al problema al que se enfrentan las empresas ante el "aumento exponencial de las materias primas, su escasez y los altos costes energéticos".

"Es en nuestra productividad y en nuestro crecimiento económico donde se basa la sostenibilidad de los salarios", explicó, afirmando: "Si vamos detrás de la inflación para subir los salarios, no podemos controlarla, sólo la impulsamos".